Con el ‘Papitu’ y a triunfar
Albert Sánchez Piñol -La pell freda, Pandora al Congo, Victus…-se
ha decidido a poner negro sobre blanco su visión de la narrativa forjada por su formación de antropólogo, y ha analizado los mecanismos que se activan a la hora de explicar una historia de manera eficiente y entretenida. Les estructures elementals de la narrativa
tiene por objetivo desvelar los trucos narrativos (que a él ningún escritor supo contarle) y ayudar así a los escritores noveles. Y no tan noveles, pero que trabajan de manera intuitiva. También se dirige a los lectores-espectadores, para que disfruten detectando el «factor desencadenante», los «giros narrativos» o los decisivos midpoints ante el libro o la pantalla. Esta estructura, alias el Papitu,
es infalible (insiste el autor) y se basa en los tres actos de la poética aristotélica desarrollados según las técnicas del guion.. Según Sánchez Piñol, es una estructura inmanente que configura el «homo narrativus». El autor advierte: el Papitu es un «mapa», pero el recorrido es cosa de cada escritor.
Con el tono hilarante propio de Sánchez Piñol, el ensayo es en sí mismo un buen relato, lleno de anécdotas, interpelaciones al lector y análisis prácticos de libros, cómics y películas. Luego contiene algunas afirmaciones cuestionables , como por ejemplo que toda la literatura experimental es fallida. O bien que la fuente imaginativa se reduce a dos mecanismos: el chamánico («alguien va») y el mediúmnico («alguien viene»), de manera que todas las historias universales (Astérix, el Capitán Trueno, King-Kong, los ejemplos son suyos) responden a estas dos categorías. «En el fondo es cómicamente simple», afirma.