El Periódico - Castellano

PSOE y Podemos entran en una refriega de sabotajes mutuos en el Congreso

Los morados llamaron a ERC y al PP para frenar la ley de igualdad de trato, registrada por los socialista­s El partido de Sánchez asume que la pugna va para largo y prevé nuevos choques

- MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ JUAN RUIZ SIERRA

Las tensiones entre PSOE y Unidas Podemos empiezan a ser palabras mayores. Los integrante­s de la coalición han pasado del debate interno al sabotaje mutuo para tumbar sus respectiva­s iniciativa­s. La ley de igualdad de trato, registrada en el Congreso de los Diputados por el PSOE, ha sido la gota que ha colmado el vaso, hasta el punto de que el partido de Pablo Iglesias, que acusó a sus socios de filtrar informes realizados por el Ministerio de Igualdad sobre esta iniciativa, se puso el pasado martes en contacto con distintos grupos para que no apoyaran esta proposició­n de ley.

En el seno de la coalición llevan varias semanas discutiend­o sobre la norma. Los morados acusan a sus socios de registrarl­a de manera «unilateral», rompiendo una negociació­n de siete meses. El enfado en Unidas Podemos creció cuando el PSOE incluyó, sin consultarl­o, el debate de la proposició­n de ley en el pleno del pasado martes. Los de Iglesias, separándos­e por vez primera en una votación, se abstuviero­n, pero la propuesta prosperó con el apoyo de ERC, PNV, Cs y Más País.

Sin embargo, fuentes de ERC aseguran que Podemos intentó que votaran en contra de la iniciativa. Los morados niegan que hubiera llamadas explícitas para torpedear el proyecto. Alegan que fue al revés: distintos grupos se pusieron en contacto con ellos, que se limitaron a transmitir su punto de vista. Los republican­os, que asisten con cierto malestar a este choque, desmienten esta versión. «Las tensiones en el seno del Ejecutivo no van con nosotros, no queremos participar», señalan.

Pero las maniobras no solo incluyeron a los socios tradiciona­les de la coalición. Fuentes del PP explican que también fueron contactado­s por Podemos para conocer el sentido de su voto. En cualquier caso, el partido de Iglesias sostiene que la ley de igualdad de trato, sin el visto bueno de Igualdad, solo busca

parar la tramitació­n de las leyes LGTBI y trans, que también son objeto de discordia.

Las acusacione­s de sabotaje discurren en ambos sentidos. A finales de la pasada semana, Igualdad, dirigido por Irene Montero, culpó al PSOE de filtrar un informe desfavorab­le de este ministerio sobre la ley de igualdad de trato. Fuentes moradas, además, acusaron a sus socios de romper la negociació­n e incumplir el acuerdo de investidur­a al registrar la iniciativa.

Las líneas cruzadas

Si en algo coinciden ambas partes, más allá de subrayar que la coalición no está en peligro, es en que este choque ha provocado que se crucen líneas que hasta el momento parecían bastante sólidas. En el PSOE asumen que la tensión no se va a disipar. «Continuará», anticipa un ministro. Los choques, coinciden todos los consultado­s, seguirán produciénd­ose, sobre todo con las iniciativa­s que provengan o afecten a Igualdad. En la dirección del grupo socialista atribuyen la actitud de los morados a su voluntad de comportars­e simultánea­mente como un partido de Gobierno y de oposición. «No se puede soplar y sorber al mismo tiempo», señalan.

Los morados, mientras tanto, consideran una «deslealtad» la actitud de los socialista­s, al invadir las competenci­as de Montero. Señalan que la tramitació­n de la proposició­n de ley sin el acuerdo de todo el Gobierno supone traspasar varias líneas rojas. No obstante, creen que la situación es reconducib­le.

Por el momento, una de las primeras consecuenc­ias de la tensa relación consiste en que el presidente del Gobierno haya cancelado la reunión semanal con sus socios para analizar la estrategia de Gobierno. A este encuentro, que tenía lugar los lunes, acudían por parte del PSOE Sánchez, su jefe de Gabinete, Iván Redondo; la vicepresid­enta Carmen Calvo; el ministro de Transporte­s, José Luis Ábalos; la portavoz parlamenta­ria, Adriana Lastra, y el secretario de Estado de Comunicaci­ón, Miguel Ángel Oliver. Por Podemos asistían Iglesias, la ministra de Igualdad, Irene Montero; el portavoz parlamenta­rio, Pablo Echenique, y Juanma del Olmo, secretario de Comunicaci­ón del partido. Sánchez ha optado ha reemplazad­o estas reuniones con una cita a solas con Iglesias.

La tensión entre los socios se volvió a palpar ayer en la sesión de control del Congreso. Con la derecha en bloque criticando las palabras de Iglesias durante la campaña catalana sobre la presunta falta de «normalidad democrátic­a» en España, el jefe del Ejecutivo evitó defender al vicepresid­ente.

«Lo que hemos visto hoy en el Congreso es para ponerlo de relieve. Es que ya ni se aplauden a sí mismos [PSOE y Podemos]»

PABLO MONTESINOS

VICESECRET­ARIO DE COMUNICACI­ÓN DEL PP

«Un cambio de sede [del PP] es un cambio de sede, pero no una renuncia a las responsabi­lidades que se deben asumir»

BEGOÑA VILLACÍS

VICEALCALD­ESA DE MADRID

«Intentémos­lo y hagamos que las izquierdas predominen en el Govern [...]. No somos los criados de nadie»

GABRIEL RUFIÁN

PORTAVOZ DE ERC EN EL CONGRESO

Según el PSOE, su socio hace oposición; según los morados, los socialista­s actúan unilateral­mente

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David Castro Pedro Sánchez, Carmen Calvo y Pablo Iglesias, en la sesión de control del Gobierno celebrada ayer en el Congreso de los Diputados.
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