Albert Pijuan
DIRECTOR DEL HELIOGÀBAL
El local de Gràcia reabre el primer sábado de marzo con un ciclo de conciertos en horario de vermut que inicia David Carabén, cuyas entradas salen hoy a la venta. Tesón y ganas de resistencia encomiables.
En un momento crítico y de máxima incertidumbre para el circuito musical, con la mayoría de los pequeños locales cerrados y unos pocos funcionando por amor al arte y con aforos microscópicos, el bar Heliogàbal, emblema del tejido musical de proximidad, reabrirá la próxima semana a lo grande. Bueno, todo a lo grande que significa reabrir un local que, ahora mismo, solo puede programar actuaciones para una veintena de espectadores. El primer sábado de marzo, David Carabén, uno de los músicos que más han reivindicado la necesidad de pequeños escenarios como el de Gràcia, inaugurará un ciclo de conciertos en horario de vermut que se prolongará todos los de fines de semana de marzo.
Aún faltan algunos nombres por sumar al cartel, pero ya hay confirmadas otras cinco actuaciones: las de Jonás de Murias (día 13), Lluís Cabot (día 14), Joan Colomo (día 20), Anaïs Vila (día 21) y Esperit! (día 28). Todos los artistas ofrecerán dos pases al mediodía (a las 13.00 y a las 14.30 horas), de modo que 40 personas podrán disfrutar de estos conciertos de íntimo formato. El ciclo confirma, de entrada, que el local de Gràcia se resiste a desaparecer. Durante los accidentados fastos del 25º aniversario del Heliogàbal, con algún concierto cancelado y otros reprogramados debido a las restricciones sanitarias, su máximo responsable, Albert Pijuan, anunció que el bar estaba en la cuerda floja. Sin embargo, todo apunta a que su renacimiento está en marcha. Este
ciclo de conciertos-vermut de sábados y domingos tendrá continuidad en abril y mayo. Ello es posible, más allá de los patrocinios privados, gracias a unas ayudas que anunció el Departament de Cultura de la Generalitat en diciembre para locales que quieran programar música en vivo en tiempo de pandemia; subvenciones de un mínimo de 600 euros que permiten hacer viables económicamente unos conciertos que, de otro modo, serían deficitarios debido a las restricciones de aforo. Es la solución que ha encontrado el local de Gràcia para ofrecer actuaciones con su licencia de cafetería y cumpliendo las restricciones horarias.
Las entradas saldrán hoy a la venta. Pero el golpe de efecto del Helio en estos tiempos de fatalidad no se queda ahí. El bar inicia también la próxima semana un nuevo ciclo de conciertos llamado Segells Residents. Se trata de monográficos mensuales dedicados a pequeñas discográficas o colectivos independientes que presentarán artistas de su catálogo y voces afines. Inaugurará el ciclo Las Pibas Producen, asociación cultural feminista que, coincidiendo con los actos del Día de la Mujer Trabajadora, programará cinco actuaciones en marzo. Tres de ellas se celebrarán en el mismo Heliogàbal. Son las de la rapera Elane (día 9), el colectivo de rimadoras Clikapika (día 16) y la cantante Magalí Sare y la violoncelista Marta Roma (día 23).
Variedad de locales
El ciclo Segells Residents tiene la particularidad de que, aunque esté impulsado desde el Heliogàbal, no se queda en sus cuatro paredes. Varias de las actuaciones se celebrarán en otros locales de Gràcia. Es el caso del cuarteto de rap-metal, funk-rock y rumba Ketekalles, que actuará el domingo 7 de marzo en el Centre Artesà Tradicionàrius y de una sesión de rap de micro abierto que se celebrará en el patio del espacio Experiment Amb L’Art de la calle Torrijos. La discográfica protagonista de los conciertos de abril será Gandula y la intención es expandir el ciclo por más locales de Gràcia.
El proyecto, a largo plazo, permitirá que a finales de 2021 hayan presentado su catálogo media docena de colectivos y sellos y que varias decenas de artistas hayan avivado con su música el nutrido tejido de pequeños locales del barrio; un tejido casi mudo desde que llegó la pandemia. Nada de ello implica que la situación económica del Helio haya mejorado. El bar sigue con su deuda de 250.000 euros. Reabrir de cara a la primavera es un modo de garantizar que la cifra no siga aumentando.