Bruselas lanza un plan para identificar rápido las variantes
La Comisión Europea presenta una estrategia para anticiparse a las mutaciones del covid-19, secuenciar su ADN y responder con rapidez.
Actuar más y, sobre todo, reaccionar más rápido. Es la nueva consigna de la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, para responder a las nuevas variantes de coronavirus y hacer frente al aluvión de críticas de las últimas semanas por los errores en la gestión de la estrategia de vacunas. Con este objetivo, la CE aprobó ayer un nuevo plan de preparación para la biodefensa contra las nuevas variantes que presentará la próxima semana a los 27 Jefes de Estado y de Gobierno de la UE y que busca anticipar la detección de mutaciones del virus, acelerar la autorización de emergencia o la adaptación de las vacunas y garantizar que la industria mejora su capacidad de producción.
«Las nuevas variantes del coronavirus están emergiendo con rapidez y tenemos que adaptar nuestra respuesta todavía más rápido», insistió Von der Leyen durante la presentación. «La primera línea de defensa siguen siendo las vacunas autorizadas que son efectivas contra las variantes que conocemos, pero el virus muta y las defensas tienen que evolucionar también», recomendó la comisaria de Sanidad, Stella Kyriakides, sobre el gran objetivo del plan, bautizado con el nombre de Incubadora Hera, que aspira a mejorar la coordinación entre investigadores, empresas de biotecnología, fabricantes y autoridades públicas a través de tres grandes líneas de actuación.
En primer lugar, detectar, analizar y evaluar las nuevas variantes del covid-19 que puedan surgir. Para ello, la Comisión defiende el desarrollo de test adaptados a las nuevas variantes y dar más apoyo financiero a la secuenciación genómica –al menos 75 millones de euros– para hacer la secuenciación del 5% de todos los test positivos –frente al 1% actual– y evaluar así la propagación y transmisión de las nuevas variantes. También propone destinar 150 millones para acelerar la investigación y el intercambio de datos así como crear una red de estudios clínicos llamada Vaccelerate entre 16 Estados miembros y cinco países asociados entre los que se incluyen Israel y Suiza.
El segundo gran foco estará en acelerar la respuesta ante las nuevas variantes tomando como punto de partida el modelo ya aplicado para la vacuna de la gripe. La idea es enmendar el marco regulatorio de que forma que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) pueda autorizar con las vacunas adaptadas sin tener que iniciar todo el trámite desde el principio. Además, plantea la posibilidad de desarrollar una nueva categoría de autorización de emergencia de vacunas a nivel europeo bajo responsabilidad compartida por los Estados miembros.