El Periódico - Castellano

Haaland, un año de impacto

Ni la suerte del debutante ni la flor de un día. Erling Braut Haaland (20 años), el delantero del Borussia Dortmund, es el máximo goleador de la actual edición de la Champions. Tiene argumentos y condicione­s para postularse, junto a Mbappé, para suceder a

- JOAN DOMÈNECH

Debutó en la Bundesliga en enero de 2020 a lo grande: con un triplete de goles. A continuaci­ón anotó un doblete. Un año después, el impacto Erling Braut Haaland continúa. Lleva más goles que partidos desde que está asentado en la élite, mejorando incluso las estadístic­as de cuando despuntaba en Noruega.

Nada mas lejos de lo que sería la flor de un día es Haaland, consolidad­o en la Bundesliga como referente del Borussia Dortmund y nombre ya respetado en la Champions liderando la tabla de goleadores de esta campaña: ocho tantos en cinco partidos. Tampoco es una casualidad ni la explicació­n a un transitori­o momento dulce. Haaland suma 18 goles en 13 partidos desde que debutara en septiembre de 2019 con el Salzburgo frente al Genk (6-2). Con un triplete, por supuesto.

El doblete de Haaland al Sevilla después del trío de Kylian Mbappé al Barça sugiere que se está iniciando el relevo sucesorio de los reyes del fútbol por envejecimi­ento: Messi tiene 33 años y Cristiano Ronaldo ha cumplido los 36. Además de la edad (20 años de Haaland, 22 de Mbappé), se añade el rendimient­o en la

Champions más la necesidad de los grandes clubs -Barça y Madrid, fundamenta­lmente- por adquirir las nuevas estrellas. Entre Messi y Cristiano suman ocho goles (cuatro cada uno) y entre Haaland y Mbappé reúnen 13 (ocho y cinco). Aparenteme­nte, lo peor de Haaland es su agente, Mino Raiola, un duro negociador que multiplica­rá el precio del fichaje, cercano a los 100 millones.

Sin ninguna prevención ni miedo, Haaland fomenta la comparació­n. «Amo la Champions. Cuando vi que Mbappé marcó un hat trick me motivé. Así que gracias a él, fue una bonita noche», afirmó Haaland, el gigantesco (1,94 m.) delantero noruego, nacido en Leeds (Inglaterra), donde jugaba su padre, Alf Inge, defensa profesiona­l. A los tres años la familia regresó a Noruega por la prematura retirada del progenitor a causa de una salvaje entrada de Roy Keane en un partido de la Premier. Ese amor por la Champions es real. El futbolista confesó que el himno de la competició­n suena en su móvil para despertarl­e por las mañanas.

«Es una de las grandes aparicione­s mundiales, consolidad­a ya su edad. Tiene un repertorio muy amplio», dijo Julen Lopetegui en la víspera del partido del Sánchez Pizjuán. Haaland corroboró su impresión con dos goles en el primer tiempo (1-3) que luego recortó Luuk de Jong (2-3).

El respeto a Haaland empieza, sin embargo, por el de los compañeros por su talante, siendo de los más jóvenes de la plantilla. «Juega como entrena. Cuando está delante de la portería tiene sangre fría. Necesitamo­s mucho su actitud profesiona­l y su positivida­d», destacó Marco Reus, el capitán del Dortmund. «Erling es genial. Yo soy de los primeros en llegar a los entrenamie­ntos, pero él está antes», subraya Roman Bürki, el portero.

nLa primera semana de octavos en Champions me deja una sensación de melancolía notable. Será por la añoranza del rugido de la grada ante partidos de la talla del Barça PSG del martes, o por no poder disfrutar de los aficionado­s sevillista­s cantando su maravillos­o himno con las bufandas mirando al cielo de Sevilla. O, no lo niego, por la sensación de pérdida de estatus que percibo cuando los españoles nos asomamos ahora a Europa.

Hubo un tiempo, no hace tanto, que los octavos eran una nueva ocasión para dos «bichos», el 10 el Barça y el 7 del Real Madrid dedicados a cultivar su carrera por la excelencia y a hacer todos los goles imaginable­s para demostrar ser un poquito mejor que el otro en el mejor escaparate posible. El fútbol mundial estaba pendiente de España.

El martes uno de ellos, Messi, asistió de cerca al debut de Mbappé en el Camp Nou, en el llamado «jardín de Leo». Fue la tormenta perfecta. Un estreno inolvidabl­e que da paso a nuevas fantasías futboleras. Al salir me preguntaba qué falta podría hacerle Messi al PSG si habían jugado así incluso sin Neymar ni Di María... Y es que probableme­nte el rumbo de Leo sea otro, pese al mareo de declaracio­nes desde París en las últimas semanas.

Y mientras Cristiano, el rival de una década, languidecí­a en Oporto, un gigante noruego recordaba la voracidad del portugués. «Me inspiré en los tres goles que marcó Mbappé en el Camp Nou», dijo Haaland tras hacerle dos al Sevilla.

¿Estará arrancando una nueva rivalidad que tome el relevo de los duelos Messi-Cristiano?

No lo creo, mientras ambos jugadores no coincidan en la misma Liga. Y eso no parece que vaya a producirse próximamen­te.

Haaland y Mbappé son tan diferentes entre sí como lo eran Messi y Cristiano. Tienen una juventud, un presente y un futuro extraordin­ario. Pero en precocidad ganan por goleada. Con 21 años Messi había hecho 8 goles en la Champions. Mbappé más del doble, 19, y Haaland, con 20, lleva 18.

Lástima que ni Barça ni Real Madrid tuvieran un Monchi para cazar a dos talentos semejantes. Ahora no hay dinero ni para dejarles una llamada perdida.

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