Ronald Koeman
El equipo dirigido por el holandés no aprovechó la derrota del Atlético de Madrid, que va líder en la Liga, y sumó un segundo tropiezo en apenas cinco días que lo desconecta de la competición.
En partidos como el de ayer contra el Cádiz, de nada sirven los paños calientes. Y entiendo las palabras de Ronald Koeman cuando asume que este empate es más decepcionante que la derrota contra el París Saint-Germain. Si el líder, el Atlético de Madrid, tropieza contra el Levante y el Real Madrid logra ganar contra el Valladolid a balón parado, tienes muchas opciones al alcance de la mano de engancharte a la liga.
Por eso el empate contra el Cádiz supone a todas luces un golpe anímico, porque ocurre cuando has hecho lo difícil, poniéndote por delante en el marcador y encajas un penalti evitable cuando te tocaba asumir la efectividad defensiva aguantando el 1-0 como sea.
Y duele más cuando el Barça venía de una buena racha en liga, sumando 32 puntos de 36 posibles en los últimos 12 partidos, y el Atlético apenas había logrado un punto de seis en las últimas dos jornadas. Pasas de la oportunidad de dar un golpe en la mesa a que se te escape un partido de las manos por una acción desafortunada.
Apretar dientes
Cuando vas ganando 1-0 en un partido que has dominado con ocasiones para sentenciar y faltan cinco minutos, ya sabes que el rival se la va a jugar para buscar portería. Toca apretar los dientes. No tienes más remedio que aguantar como sea para llevarte los tres puntos y no dejar margen en la línea defensiva.
Pero no sería justo centrar los lamentos en los últimos minutos del partido, es una cuestión de tener una máxima efectividad en ambas áreas y no desaprovechar oportunidades. Con un 20, el gol del Cádiz no hubiera hecho tanto daño.
Es una buena señal que los jugadores asuman este traspié con una buena dosis de realismo. Las palabras de Gerard Piqué fueron claras, el Barça tiene que depender de sí mismo y no de los demás. Y tiene que reengancharse a su racha positiva en liga lo antes posible, recuperando la dinámica de juego que hasta ayer le había permitido recortar una distancia de más de diez puntos hasta situarse a dos partidos de diferencia. Ahora es importante pasar página cuanto antes ante el Elche y tomarse esta decepción como un aprendizaje sobre la importancia de evitar errores.
Capaz de remontar
Las opciones del equipo siguen pasando por echar el resto en concentración y efectividad, no sólo en la Liga, también en el resto de las competiciones, por una simple cuestión de mantener una dinámica al alza. No cabe duda de que la eliminatoria de Champions contra el PSG ha quedado muy tocada, pero en Copa del Rey, contra el Sevilla, sí veo al Barça capaz de remontar en un buen día.
De poco sirve recrearse en los problemas en este momento, el calendario no da tregua y ahora lo importante es volver cuanto antes a la racha que permitió al Barça asomarse a la cabeza de la tabla contra todo pronóstico.