El Girona doblega al colista con sufrimiento y sin brillo (2-1)
Los goles de Bernardo y Bárcenas en el primer tiempo encarrilaron el partido, con susto final cuando el Castellón recortó distancias.
La buena noticia en Montilivi, la que protagonizó un Girona que se reencontró con la victoria después de tres jornadas sin hacerlo. Y poco más, porque el equipo ofreció más sombras que luces contra el colista y el peor visitante de la categoría, un Castellón que vendió bien cara su piel y que acabó cerrando el equipo de Francisco en su propia área. En cualquier caso, el Girona ya suma 37 puntos, tiene el descenso a 12, y sigue mirando hacia arriba, a cuatro puntos del sexto puesto, a pesar de su futbol poco brillante.
Fueron decisivas dos chispas, las que protagonizó Gerard Gumbau, vestido de asistente. Las dudas de unos primeros minutos bastante irregulares las desvaneció el de Campllong, que sirvió un córner para que Bernardo rematara
el balón al fondo de la portería en el 1-0.
La ventaja creció poco después, cuando de nuevo Gumbau envió un buen pase para que Bárcenas hiciera el segundo. No se había llegado al descanso y la cosa parecía encarrilada. Contra el colista y un equipo que fuera ofrece unos números preocupantes debía suceder un descalabro para dejar escapar los puntos.
Ocurrió que el Castellón no se dio por vencido y en el segundo acto continuó picando piedra intentando darle la vuelta al marcador. Tuvo más presencia en campo contrario con la entrada de Marc Mateu e incluso recortó distancias con un gol de Sene al 84, que recibió un balón filtrado para fusilar a Juan Carlos ante la pasividad de la defensa. Hasta el final tocó sufrir.