Bosch deslocaliza una nueva fábrica y agrava la crisis industrial en Catalunya
La multinacional clausura también su planta de Lliçà y eleva a 1.500 los empleos directos e indirectos que se perderán El Govern admite su preocupación y fía la reindustrialización a los fondos europeos
La multinacional Robert Bosch anunció ayer el cierre de otra de sus plantas en Catalunya. Su intención es clausurar la factoría ubicada en Lliçà d’Amunt (Vallès Oriental), en la que actualmente están empleadas 336 personas, y llevarse la producción a Wroclaw (Polonia), tal como hizo público UGT en un comunicado. Es la segunda deslocalización que esta firma especializada en la fabricación de componentes para el automóvil certifica en menos de seis meses en Catalunya.
En septiembre, Bosch oficializó la clausura de sus instalaciones en Castellet (Alt Penedès), donde ocupaba a 300 personas, para llevarse la producción a Serbia. Entre las dos plantas, Robert Bosch finiquita 636 empleos directos y otros 900 más entre sus proveedores y subcontratas, según cálculos de los sindicatos. Este medio intentó contactar con la empresa para conocer su versión, sin recibir respuesta.
La cadena de eres se agrava en Catalunya y el auto es uno de sus motores. 2020 dejó un balance de un total de 7.936 trabajadores despedidos vía ere en Catalunya (el peor registro desde 2013), con varios nombres de la automoción entre ellos: Saint Gobain, TE Connectivity o Tachi-S, entre otros. El goteo sigue este 2021 y durante el mes de enero se registraron 1.064 trabajadores afectados por despidos colectivos. Firmas de la automoción como U-Shin, anteriormente perteneciente a Bosch, cerraron recientemente expediente.
A estos nombres se suma de nuevo Robert Bosch, con los 336 despidos que empezará a negociar en Lliçà. La intención trasladada este jueves por parte de la dirección a sus trabajadores y a la Generalitat es materializar el cierre a lo largo del año, sin fecha concreta todavía. Ya ha habido contactos entre el Departament d’Empresa y Bosch y está previsto que la semana que viene mantengan una reunión.
El ‘vicepresident’ en funciones, Pere Aragonès, manifestó su preocupación por «la serie cierres empresariales, especialmente en el ámbito industrial», en declaracion es en un acto en Mercabarna; recogidas por Europa Press. En este sentido, el líder republicano ha defendido la necesidad de reindustrializar Catalunya de forma «digital» y «verde» y apuntó que los fondos europeos de reconstrucción tras la pandemia de Covid-19 «son una excelente oportunidad de inyección de recursos».
La multinacional de origen alemán conserva todavía en Catalunya un centro de trabajo con 49 empleados en Santa Perpètua de la Mogoda (Valles Occidental), dedicado este a actividades comerciales. De momento sobre el mismo no pesa anuncio de cierre. El que sí preocupa entre los sindicatos es el que tiene Bosch en Aranjuez (Madrid) y que emplea a 597 personas. Fuentes de CCOO explican que las válvulas de aceite que allí fabrican ya no sirven para el vehículo eléctrico y que o bien la firma invierte o acabará cerrando.
Del Vallès a Polonia
Bosch apaga motores en Catalunya y traslada sus producciones a tierras con salarios más bajos y más cerca de sus centros de decisión, en Alermania. Las fabricaciones que se llevaban a cabo hasta ahora en Castellet cesarán definitivamente en noviembre de este año y la carga de trabajo la asumirán en Serbia, según la versión de UGT. Mismo guion con la actividad de Lliça, pues sus producciones se desplazarán a Wroclaw, en Polonia.
Los sindicatos manifestaron su rechazo a los cierres planteados por Bosch en sus plantas catalanas, que tacharon de «insolidarios» y «egoístas», movidos únicamente por el mantenimiento de sus beneficios. Fuentes consultadas de UGT afirman que las plantillas de Bosch en Catalunya llevan «años» asumiendo congelaciones y reducciones salariales para ganar competitividad, con la promesa de que parte de la actividad que en la actualidad asumen en Europa del Este fuera hacia Catalunya y asegurar la viabilidad de las plantas. Finalmente, si nada cambia, esto no será así y las producciones harán el camino inverso y se marcharán del Vallès a Polonia y Serbia.