NUEVO FENÓMENO URBANO
La creación de espacios con decenas de fogones donde se elaborarán platos para reparto a domicilio desata la polémica en Les Corts y Sant Martí, que temen su impacto en el barrio.
con los grandes proyectos de otros promotores, de mayor envergadura y con la consigna de ahorrar costes y recursos a los operadores, alineando una cocina tras otra bajo un mismo (y gran) techo. Una dinámica que levanta dudas sobre su idoneidad en la trama urbana residencial por su carácter casi industrial, según los vecinos afectados.
En Les Corts han colgado carteles por los portales para recabar firmas en contra y alertar del supuesto sinsentido del negocio: «La macrococina fantasma, además de ser un problema para el vecindario, significará el cierre de la mayoría de comercios», denuncian, con apoyo de las asociaciones de vecinos del Camp Nou, Les Corts, Mejía Lequerica y Sant Ramon Nonat, Avinguda Xile, entre otros.
1.400 metros cuadrados
Todos los datos que aportan sobre el futuro negocio proceden de su promotor, Cooklane (creada por el exfundador de Uber), para un espacio de 1.400 metros cuadrados a poca distancia del Camp Nou, donde se instalarían 40 cocinas pero habría espacio para 120, denuncian. En un anuncio inmobiliario (ya retirado) fijaban el precio en 2.600 euros mensuales por 18 metros cuadrados.
La firma, que no ha respondido al requerimiento de este diario, argumenta como reclamos en su web la flexibilidad y mínima inversión de tiempo y dinero. La distribución se realiza con plataformas de reparto a domicilio.
La movilización vecinal ha hecho que el ayuntamiento paralizase los trabajos en Felipe de Paz, 10, tras concederle una licencia de obras. Fuentes municipales del distrito apuntan que estas no se correspondían con lo declarado, por lo que ahora se analizará el proyecto de actividad que presenten. El área de Urbanismo señala que el nuevo negocio no tiene propiamente un epígrafe, ya que la ordenanza municipal de actividades (OMAIIAA) distingue la de Platos preparados: obrador y cocina industrial para elaboración sin servicio al público (se tipificó para cocinas centrales de restaurantes o para la elaboración de comidas para colectivos como hospitales o colegios...), que en estos momentos sería la más equiparable.
En el caso de Sant Martí, se trata de una gran nave con acceso por las calles de Puigcerdà y Gelida, junto al mercado municipal y bloques de vecinos, cuyos preparativos sí acatan de momento el comunicado de obras tramitado en el distrito. Según la información recabada por los vecinos, se trataría de entre 20 y 30 cocinas inicialmente. Anoche, los residentes del entorno se reunieron para movilizarse contra el emplazamiento.
n