Terror de baja intensidad
‘Mi corazón no late si no me lo dices’
Jonathan Cuartas (24/2/21 - M+) ★★★★
El título recuerda al de De latir, mi corazón se ha parado. Pero aquel excelente filme de Jacques Audiard era un drama con trasfondo criminal, y el de Jonathan Cuartas, también excelente, es una interesante relectura vampírica. Recompensada con el premio a la mejor película en la sección Noves Visions del último festival de Sitges, Mi corazón no late si no se lo dices plantea una historia extraña e inquietante en términos lo fi y low cost: terror de baja intensidad y de bajo presupuesto. Muy indie en su factura, estilo fotográfico e interpretación. Muy fluido, aunque pasen pocas cosas y todas ellas estén mediatizadas por la fragilidad cadavérica de uno de los tres protagonistas.
Son tres hermanos que viven en una casa aislada, cerca de una pequeña ciudad. Dos tienen una innegociable rutina: encontrar a personas solitarias (mendigos, prostitutas), matarlas, cortarles el cuello y dar su sangre al tercer hermano, un adolescente de apariencia tísica que vive recluido en sombras y necesita el espeso líquido rojo para seguir viviendo. Nada de colmillos, ajo, crucifijos ni señores de la noche. Una historia de vampiros en términos absolutamente naturalistas, centrándose en las dudas de uno de los hermanos antes sus actos criminales y en la relación malsana, pero al mismo tiempo tan afectiva, que mantienen entre los tres.