Agenda 2030 desde la fortaleza local
Ante la crisis climática, el cumplimiento de estos objetivos resulta imprescindible
Las esperanzas de la ciudadanía están puestas en estos momentos en un proceso de reactivación social y económica que haga posible una gobernanza democrática a escala global. El desarrollo entendido en una dimensión integral y la reducción de las desigualdades deben convertirse en palancas de transformación en el avance hacia una sociedad renovada y mejor. La nueva normalidad exige un esfuerzo ingente que solo será exitoso a partir de fortalecer nuestro sistema de valores. Como nos recuerda la premio Nobel de la Paz Nadia Murad, «tenemos que trabajar para dar prioridad a la humanidad, no a la guerra». El camino a seguir es claro: lo dibujan claramente los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por Naciones Unidas en la Agenda Urbana 2030.
Ante la crisis climática, el cumplimiento de esta agenda global resulta imprescindible. Los diversos niveles de gobierno hemos trabajado de manera creciente en los últimos cinco años, y el estallido de la pandemia no solo no nos ha parado, sino que nos ha confirmado que crisis como la del coronavirus están muy vinculadas al deterioro del clima y del entorno natural. Por ello, la salida de la crisis sanitaria y la consecución de los ODS son dos caras de la misma moneda. Además de doblar la curva de los contagios, debemos doblar la de la insostenibilidad del desarrollo.
Las administraciones de proximidad tenemos un papel destacado. Según la Comisión Europea, sin la participación de los gobiernos locales y regionales no será posible alcanzar el 65% de las 169 metas de los 17 ODS. Desmintiendo el discurso neoliberal, que tiene un impacto negativo sobre la equidad, la eficiencia y la sostenibilidad, el liderazgo público ha demostrado ser vital en el último año: sin la acción urgente y decidida de los diversos niveles de gobierno, desde los ayuntamientos en la Unión Europea, los efectos de la pandemia habrían sido mucho peores.
Por ello, la Diputación de Barcelona, que tiene como divisa del mandato 202023 el cumplimiento de la Agenda 2030, no ha dejado de trabajar en esta dirección durante todo el estado de alarma. El año pasado, diferentes ayuntamientos y consejos comarcales recibieron apoyo económico y técnico para desarrollar acciones relacionadas con los ODS y para alinear sus planes de actuación. Y este apoyo crecerá, porque la reactivación económica y social sólo será efectiva y equitativa si se hace en clave de sostenibilidad. La pandemia, como los ODS, es global, y por eso la Diputación los aborda conjuntamente mediante 19 proyectos transformadores. También hemos trabajado en los últimos meses en la identificación de iniciativas del territorio que encajen en la perspectiva de transformación digital y de transición ecológica.
Hoy, hemos organizado un seminario web sobre gobernanza local y Agenda 2030 dirigido a los responsables municipales. Hay presentaremos los recursos técnicos y económicos relacionados con la Agenda 2030 y las políticas de participación que la Diputación pone a disposición de los ayuntamientos en su Catálogo de Servicios. Además, también presentaremos la Guía para la elaboración de la Agenda 2030 Local.
Más que un pin
Pero el necesario liderazgo público en la Agenda 2030 reclama también la intervención activa de la ciudadanía. Ya el año pasado dimos apoyo técnico y económico a diversos proyectos municipales de concienciación ciudadana, y lo reforzaremos. No sobra nadie en la transformación global para salvar el planeta, y los gobiernos locales a seguir trabajando para que la rueda multicolor que representa los 17 ODS deje de ser un simple pin y se convierta en la expresión del compromiso colectivo de toda la ciudadanía con un futuro sostenible.
Núria Parlon es alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet y diputada de Participación y Agenda 2030 de la Diputación de Barcelona.
Además de doblar la curva de los contagios, debemos doblar la de la insostenibilidad del desarrollo