Drama y gloria de Leopoldo Luque
Uno de los héroes que conquistaron la Copa del Mundo de 1978, murió el 15 de febrero por culpa del covid
Así relataba Leopoldo Luque lo que para él había supuesto aquel Mundial. Su inconfundible bigote, su pelo enloquecido, sus goles y su dolor son parte imprescindible del título logrado por Argentina. En su caso particular fue el triunfo de un futbolista que sorteó demasiados obstáculos para recoger la gloria una tarde de junio en el Estadio Monumental.
Luque tuvo un estreno brutal en un torneo que estuvo marcado por su escaso fútbol y su enorme dureza. César Luis Menotti había convertido al de Santa Fe en delantero centro para que Kempes disfrutara de un poco más de libertad.
le había dicho El Flaco. Marcó en el estreno ante Hungría y luego hizo ante Francia el tanto que a la postre supondría la clasificación de Argentina para la segunda fase. En ese partido comenzó el pequeño calvario de Luque.
Poco después de anotar ante los franceses se fue al suelo de forma violenta y al querer levantarse con rapidez su codo se enganchó y sufrió una importante luxación. Salió del campo en camilla, en medio de terribles dolores, cuando se dio cuenta de que Menotti ya había hecho los cambios y se iban a quedar con diez. Se levantó, pidió que le sujetaran el brazo como pudieran y con la extremidad medio colgando acabó el partido.
En ese momento de puntual felicidad el futbolista de River Plate no podía imaginar lo que unas horas antes había sucedido a unos kilómetros de Buenos Aires. Su hermano Cacho pensaba acudir con un grupo de amigos al partido ante Francia. Cuando intentaron conseguir billetes para desplazarse a la capital se encontraron con que no había nada disponible y, algo desanimado, pasó por casa de sus padres.
Un vecino que se dedicaba a transportar verduras le dijo que tenía que ir a Buenos Aires y le ofreció la posibilidad de llevarlo. Cacho se subió a la pequeña camioneta y juntos iniciaron el viaje hasta la capital. En medio de la intensa niebla que había ese día, el conductor no se percató de que un camión estaba parado en mitad de una curva. El impacto fue brutal y murieron los dos ocupantes del vehículo. Luque se enteró de la tragedia a la mañana siguiente. Sus padres aparecieron en el lugar de concentración y cuando los vio, sorprendido,
En el Mundial de Argentina perdió a su hermano, que falleció en un accidente cuando iba a verlo jugar contra Francia
No tuvo como futbolista un camino fácil hasta que fichó con 27 años por River Plate y luego lo llamó la selección
se creía que acudían a verle preocupados por su lesión.
Luque abandonó la concentración e inició el viaje de vuelta a Santa Fe con sus padres y con el cuerpo de su hermano. Nadie le ayudó en esos trámites, ni la Federación Argentina, ni las autoridades militares. Los compañeros de la selección echaron mano de un fondo común para que pudiese pagar de urgencia el traslado del cadáver a su casa. Antes de irse, Menotti se acercó a despedirse y solo le dijo:
En apenas unas horas Luque había pasado de marcar el gol más importante de su vida a estar delante del féretro de su hermano.
A Cacho lo enterraron el mismo día que Argentina perdió contra Italia en el último partido de la primera fase. Allí, roto por el dolor que supone perder a un hijo, su padre le dijo:
Luque aún pasó unos días en Santa Fe meditando y consolando a sus padres. Finalmente hizo la maleta y se presentó delante de Menotti dispuesto a enfrentarse a Brasil en el segundo partido de la segunda fase.
le dijo el seleccionador.
Desde ese momento su carrera se disparó. Llegó a Primera con Unión de Santa Fe. Poco después fue River Plate quien lo contrató en 1975 cuando ya iba camino de los 27 años. A partir de ese momento llegaron los derbis apasionantes con Boca, los goles en clásicos, la llamada de la selección y finalmente la convocatoria para el Mundial de 1978. de jugadores que acudirían al campeonato, El Flaco reunió a todo el plantel y les dijo:
Luque en ese momento se sintió en la obligación de consolar al más joven y se fue a por Maradona: