Antes de que sea tarde
go o el desapego que sentimos por la naturaleza. Las posibilidades que nos puede dar la informática. Nuestra capacidad de sacrificarnos por el otro. Lo fácil que es leer un buen libro en dos días. La habilidad que tenemos, o el desastre que somos, para cocinar. Sabemos el precio de casi todo lo que consumimos. El valor nutricional y las calorías de lo que comemos. Disfrutamos del colorido tan bonito de la fruta y de la verdura. Hemos recapacitado lo importante que es un repartidor y un transportista.
Y al volver al bar de siempre, nos hemos dado cuenta de que aparte del buen café de siempre, nos regalan gel para las manos, una servilleta de papel, una bolsita de azúcar, nos dan una cucharita, un vaso de agua, nos dejan utilizar el wifi, un enchufe para el ordenador, compartir una gran mesa con solo dos personas, y además nos avisan puntualmente a las 11.30 para marchar por las restricciones del covid-19. Mañana repetiré.
n¿o actúa como si tuviera patente de corso? Todo muy lamentable. El ministro Escrivá tiene todos los datos en su poder para presentar el citado informe. Sus más de seis años al frente del AIREF y más de un año como ministro así lo acreditan.
Catorce Parlamentos autonómicos, Congreso y Senado, por medio de proyectos no de ley y de mociones han aprobado ya la eliminación de esos coeficientes reductores para personas con 40 o más años cotizados. ¿A qué está esperando el Gobierno para derogar esa Ley injusta?, ¿a qué esperan el Pacto de Toledo y el Congreso de Diputados para reprobar al Ministro por su manifiesto incumplimiento en los plazos?
La legislación española relativa a pensiones ha sufrido varios varapalos desde el Tribunal de Justicia Europeo que han obligado a cambios legales por ser normativa discriminatoria. La injusticia de los coeficientes reductores a personas jubiladas de forma anticipada con largas carreras de cotización podría ser otro vergonzante y humillante revés para la legislación española, salvo que el Gobierno ponga solución inmediata.
n¿Ese vandalismo que ahora vemos es el que representa la sociedad de hoy? Esa juventud que no trabaja ni quiere trabajar, la que disfruta grabándose y estando presente donde hay conflicto, una juventud que defiende unos ideales que ni ellos conocen.
¿Qué queremos? Protestamos porque un joven rapero ha ido a la cárcel por cantar; sin embargo, no lo hacemos por actos terroristas, abusos y robos. Oímos que piden libertad de expresión, y me gustaría preguntarles ¿saben qué significa? Su violencia la defienden como libertad. ¿Es libertad destruir negocios, quemar papeleras, arrojar objetos e invadir de miedo las calles?, ¿insultar, el vandalismo y la ira?
Tanto que presumimos en materia de Educación deberíamos explicar que la libertad de expresión es opinar con respeto, y la opinión no se castiga. Esa asignatura es fundamental en la convivencia y en el futuro de la sociedad y no se está impartiendo correctamente. Tenemos que invertir en la educación de la juventud antes de que sea tarde. Enseñarles y no confundirles: ellos son el futuro.
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