Nace en el Zoo de BCN un mono araña, en peligro de extinción
La cría llegó al mundo el pasado enero y está en perfecto estado de salud. Hoy día solo hay 69 ejemplares de esta especie en cautividad.
Nuevo inquilino en el Zoo de Barcelona. Se trata de un mono araña y nació en enero. Se encuentra en perfecto estado de salud y está siendo protegido en todo momento por su madre, Emi. Según informado ayer el consistorio barcelonés, el rol de la progenitora es fundamental en estos momentos para el resto de hembras del grupo, que pueden observar y aprender cómo está cuidando a la cría.
Actualmente en el zoo hay un grupo familiar constituido por un macho, Sito, tres hembras adultas, una de ellas de edad avanzada, y cuatro hembras más jóvenes, nacidas entre los años 2016 y 2019. El mono araña es una especie en peligro crítico de extinción según la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza; y el Zoo de Barcelona participa activamente en el Programa Europeo de Especies en Peligro (EPP), coordinado por la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA).
Asegurar la supervivencia
La población actual de esta especie en cautividad consta de 69 individuos: 32 machos, 35 hembras y 2 todavía sin sexar, repartidos entre 16 instituciones. Los EEP son programas europeos que tienen la función de asegurar la supervivencia y el buen estado de una población autosostenible de las especies en peligro de extinción, a través de la cual vehicular la educación para la conservación y promover el apoyo de actividades de conservación que se desarrollen en el medio natural. Esta población sirve además de reserva para hacer posible el refuerzo de las poblaciones naturales y la reintroducción de la especies en su hábitat natural, cuando las circunstancias lo permitan.
La población natural de esta especie, que habita en las selvas del norte de Sudamérica, está disminuyendo de manera preocupante y en los últimos 45 años se ha reducido hasta en un 80%. Las principales amenazas que sufre la especie, originaria de Sudamérica, son la deforestación de la selva tropical y la caza furtiva, puesto que su carne es apreciada en muchas regiones.
Según la especie, su cuerpo mide de 65 a 90 centímetros de longitud, y la cola prensil de 60 a 92 cm. Son de apariencia más esbelta que los otros monos de la familia Atelidae y pesan entre 7 y 10 kilos. Tienen cuatro dedos y carecen de pulgar. El cuerpo es alargado y los miembros largos; el color de las diferentes especies varía de castaño claro a negro.