Unabomber: terrorista, icono y gurú
El director Tony Stone estrena en la Berlinale ‘Ted K’, retrato del carismático antisistema Ted Kaczynski, que entre 1978 y 1995 cometió 16 atentados en Estados Unidos que en total causaron tres muertos y 23 heridos.
Todos nosotros, o casi todos, condenamos con firmeza los actos terroristas cometidos en nombre de ideas que no aprobamos, pero solemos mostrarnos más comprensivos con aquellos que reivindican causas con las que estamos de acuerdo. Y eso en buena medida explica la fascinación colectiva que provoca Ted Kaczynski, conocido popularmente como Unabomber y considerado como algo parecido a un héroe por parte de la cultura popular.
Su imagen lleva décadas estampándose en pósteres y sudaderas, dando título a canciones –Unabomber Song, de Camper Van Beethoven– y llenando horas y horas de cine y televisión. El catálogo de Netflix incluye una serie y un docudrama basados en él, y Viggo Mortensen le dará vida en un nuevo biopic. Y la Berlinale, que este año celebra la edición más atípica de su historia a causa del coronavirus –sin alfombras rojas, ni ruedas de prensa, ni proyecciones en salas–, acoge en su jornada inaugural el estreno virtual de Ted K, que lo retrata inspirándose en fragmentos de sus diarios personales y sus ensayos políticos.
Cartas bomba
y The New Yorker describieron a Unabomber como la versión americana de Raskólnikov, el magnético asesino protagonista de Crimen y castigo. E inmediatamente se popularizó un discurso justificador en torno a él: el tipo era un psicópata, pero su argumentario era preclaro; sus ideas fueron incorporadas por movimientos ecologistas y anticapitalistas, y empezaron a correr como la pólvora gracias a esa tecnología que él tanto temía.
El poder de los ricos