Colas en los centros comerciales para cambiar regalos navideños
La relajación de las restricciones anticovid en Catalunya permite la reapertura del gran comercio, cerrado desde el pasado 7 de enero.
Tras casi dos meses con la persiana bajada, ayer volvieron a reabrir los centros comerciales en Catalunya. Y se registraron largas colas. «Estábamos deseando volver a abrir al público», explicó Paula, encargada de un tienda en el centro comercial Glòries, mientras observaba de reojo todo lo que ocurría en el local. «Nada puede salir mal el primer día». A primera hora, los trabajadores colocaban pegatinas para controlar la distancia de seguridad y comprobaban que todo estaba limpio.
Organizando una de las múltiples filas de clientes se encontraba María, que explicaba en voz alta cuáles eran las medidas que los clientes debían respetar una vez dentro: «Devoluciones a la derecha, pagos a a la izquierda, no se puede subir a la segunda planta...». La reapertura se produjo a medio gas, ya que los comercios están funcionando solo al 30% de su capacidad y los grandes espacios solo pueden abrir hasta 400 metros cuadrados. «Ya ha habido algún cliente que ha venido enfadado diciendo que había muy poca ropa, pero nosotros no podemos hacer nada más», apuntaba la joven mientras repartía gel a quienes iban entrando.
Dentro de una de las tiendas, Brenda corría de un lado para otro colocando etiquetas de precios, reordenando la ropa y atendiendo a los compradores que iban entrando. «Estamos teniendo muchísima clientela desde que hemos abierto, aunque es cierto que muchos han aprovechado para venir a devolver regalos de Navidad o compras de la web» señaló. Coincidió también en señalar la cantidad de público Miguel, que atendía un puesto de cafetería
A primera hora, se formaron filas ante las tiendas por la limitación de aforo y espacio
en uno de los pasillos del recinto, aunque lamentó que no poder abrir los fines de semana ha hecho que algunos compañeros no hayan podido volver a trabajar.
Paula había llegado a primera hora para comprar, «tenía muchas ganas de volver», pero recalcó que había muy pocos espacios abiertos. Se quejó de que había ropa a la que era complicado llegar o que para conseguirla había que pedir ayuda a los trabajadores porque estaban en las zonas «prohibidas». «No sabes si se pueden pedir ciertas prendas y hay cosas que no explican, pero es cuestión de acostumbrarse» opinaba Sandra, otra compradora.
Las criticas del sector
Desde la Asociación Española de Centros y Parques Comerciales (AECC), Víctor García, su portavoz en Catalunya, indicó ayer que esta reapertura es «muy esperanzadora, especialmente después de llevar casi dos meses sin poder abrir las puertas». Desde que comenzó la pandemia, hace ya casi un año, los centros comerciales han permanecido cerrados unos 160 días, la asociación calcula que se ha podido perder alrededor de la mitad de la facturación anual. García valoró la cantidad de personas que acudieron a comprar el primer día, aunque insistió en que se debe tomar con cautela. «Es el primer día y la gente tiene muchas ganas, hasta la próxima semana no se podrá valorar realmente cómo se comporta el cliente», subrayó
Y apuntó en que el comercio solo ha supuesto el 0,03% de los contagios y los rebrotes que ha habido a nivel nacional por lo que «no se entiende que se esté discriminando tanto a este sector».