El Periódico - Castellano

Picasso, de su hermana Lola a las joyas que regaló a sus musas

El Museu Picasso de Barcelona abre una temporada marcada por la pandemia con exposicion­es sobre su principal modelo de juventud y sobre la faceta menos conocida del artista, la de orfebre.

- ANNA ABELLA

Los collares de conchas que Picasso realizó para una de sus primeras musas, Dora Maar, en las playas de Juan-les Pins en 1937, o los de cerámica que el malagueño creó años más tarde para Françoise Gilot y que ella lucía en el cuello mientras paseaba sobre la arena en GolfeJuan o por los jardines de Vallauris, son ejemplos de lo que revelará la muestra Picasso y las joyas de artista, que abrirá el 21 de mayo la programaci­ón de este 2021 del Museu Picasso de Barcelona. Una oferta expositiva que también recordará la figura de su hermana Lola y que investigar­á la época azul del pintor.

Será un programa, señaló su director, Emmanuel Guigon, situado «bajo el signo de la generosida­d, de la ofrenda», aludiendo a la última gran donación del artista a Barcelona, de la que se acaba de celebrar el 50º aniversari­o: un millar de obras de su juventud que atesoraba en la casa familiar del paseo de Gràcia. Pero que estará, reconoció, marcado por la pandemia, que ha dejado al Picasso con un presupuest­o mucho más modesto, de siete millones de euros, rebajado en un 30% respecto al de 2019. Si ese año el museo, el más visitado de Barcelona, superó el millón de visitantes, en 2020 esa cifra disminuyó el 89%, generando una caída de ingresos del 85% (7.800.000 euros) e impidiendo ahora que, como sucedía antes, se pueda financiar íntegramen­te con los recursos propios.

Más público local

La crisis sanitaria «ha demostrado que la cultura es un bien esencial», recordó Guigon, que desde el inicio de la pandemia ha detectado en el museo un aumento del 50,51% de público local –el 90% barcelones­es y el 10%, italianos y franceses– y que prevé este 2021 un incremento gradual que permita activar el turismo de proximidad.

Enlazando con ese signo de generosida­d, las joyas picassiana­s que centrarán la primera e insólita exposición, comisariad­a por el propio Guigon, son «ofrendas que regaló a las personas de su entorno más íntimo» y que el artista rechazaba reproducir en grandes cantidades e incluso exponer. Estaba programada para 2020, pero el covid obligó a posponerla y a reducirla y, aunque al final no se contará con piezas que debían viajar de Gran Bretaña, asegura que ello no le hará «perder su poética». «Será un museo en miniatura», señaló Guigon, con piezas inéditas sobre una faceta poco conocida.

Fueron sus pasiones amorosas las que le inspiraron esas joyas. En los años 30, a los collares veraniegos con conchas marinas para Dora Maar sumaría colgantes, medallones y anillos que modificaba con dibujos o grabados. A finales de los 40, Françoise Gilot pasearía con imponentes collares de cerámica modelados en el taller de Madoura, de cuyo horno también saldrían medallones de terracota.

Tiempo después llegarían las joyas para su última esposa, Jacqueline Roque, con sus motivos fetiche: cabezas de fauno, soles y máscaras que se fundirían con materiales nobles en un paso del barro al oro, fruto del encuentro de Picasso

con el orfebre François Hugo a mediados de los 50, que con su consentimi­ento elaboraría objetos siguiendo modelos picassiano­s como peces o toros. El pintor también colaborarí­a con su dentista de Vallauris, R. Chataignie­r, trabajando él mismo el oro y la plata para crear una decena de pequeñas piezas de orfebrería.

Fotografía­s de Robert Capa, Jean Nocenti, Dora Maar, André Villers y Edward Quinn dejarán constancia de cómo lucieron también aquellas joyas los hijos de Picasso Claude, Paloma o Maya o amistades como Sonia Mossey y Angela Rosengart, en una muestra que cuenta con la complicida­d del Museu Etnològic i de Cultures del Món y con piezas de la colección Clo Fleiss, entre ellas de Miquel Barceló, Man Ray, Dalí, Magritte o Giacometti.

En noviembre se inaugurará la que será un homenaje a Lola Ruiz Picasso, hermana del artista, una muestra que reivindica­rá su celo en la conservaci­ón de la obra del artista. «Entre 1894 y 1900 le hizo entre 50 y 60 retratos. Unas 50 obras de arte mostrarán que fue una de sus principale­s modelos cuando era joven», señala la comisaria Malén Gual, que también avanza que contarán con piezas inéditas y correspond­encia que reflejarán la faceta artística de ella, que estudió Bellas Artes en A Coruña.

Para principios de 2022 se reserva la exposición que presentará los estudios técnicos y científico­s de las obras de la época azul de la colección del museo y la publicació­n de una Guía de la relación de Picasso con Barcelona, dirigida por la conservado­ra Claustre Rafart.

 ??  ?? Retrato que Picasso hizo de su hermana Lola (1899-1900) y foto del artista con Françoise Gilot y su sobrino Javier Vilató, en la playa Golfe-Juan, en 1948. Abajo, colgante de terracota con rostro femenino.
Retrato que Picasso hizo de su hermana Lola (1899-1900) y foto del artista con Françoise Gilot y su sobrino Javier Vilató, en la playa Golfe-Juan, en 1948. Abajo, colgante de terracota con rostro femenino.
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Sucesión Picasso, Vegap / Robert Capa, Magnum
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