La italiana que murió tras un ‘balconing’ huía de sus violadores
Un juez de Barcelona los condenó en 2019 por abuso sexual y no por violación, porque, según su resolución, la joven «no opuso resistencia» al ataque al estar drogada. Ahora un magistrado de Arezzo (Italia) ha condenado a tres años de prisión a dos de los cinco jóvenes que estaban presentes en la habitación del hotel de Mallorca donde murió Martina Rossi. La víctima se precipitó desde un sexto piso mientras huía de los que, según se ha sabido, iban a atacarla sexualmente.
Alessandro Bertoni y Luca Vanneschi estaban acusados de una tentativa de violación, pues la víctima, de 20 años, huyó despavorida y cayó desde el balcón cuando intentaba pasar a la habitación de al lado. El tribunal de Barcelona zanjó el caso como suicidio, según las crónicas de entonces.
«Se precipitó desde el sexto piso escapando de la violencia», afirma ahora el fallo emitido por un juzgado italiano de segunda instancia. En el de primera, los acusados fueron condenados a seis años, por violación de grupo, abuso y omisión de socorro, ya que durante al menos 40 minutos después de la caída ninguno acudió en su ayuda. Al principio, los imputados estaban acusados de violación, muerte a consecuencia de otro delito y omisión de socorro, pero estos dos últimos delitos han prescrito.
«Justicia, no venganza»
El caso originó numerosas reacciones en Catalunya, entre ellas las de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. La sentencia de Barcelona afirmaba que «la víctima no sabía qué estaba o no estaba haciendo, en consecuencia no tenía capacidad para aceptar u oponerse a las relaciones sexuales que la mayoría de los imputados mantuvieron con ella». Por ello el delito fue considerado solo abuso y no violación.
En la sentencia italiana de primera instancia, que data de 2018, el tribunal reconoció que los dos jóvenes habían «provocado la caída de Martina Rossi en agosto de 2011 desde la ventana de la habitación 609 del sexto piso del Hotel San Ana de Palma». «No es venganza, sino justicia», dijeron entonces Bruno Rossi y Franca Murialdo,
padres de la joven, que el miércoles lamentaron que «en Italia se puede matar a una chica y cumplir tres años de prisión, las mujeres deben ser mejor tuteladas». Los progenitores acudieron a todas las sesiones de la vista oral de los diferentes grados. En el proceso de segundo grado, los acusados fueron absueltos, pero el Supremo ordenó que se repitiese el juicio, que terminó esta semana.
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