La batalla por Londres
El actual alcalde de la capital británica, el laborista de origen paquistaní Sadiq Khan, se disputa el cargo con Shaun Bailey, un conservador de ascendencia jamaicana.
Londres, la metrópoli de las 100 lenguas y razas, elige hoy al alcalde entre una veintena de candidatos con dos rivales de sendas minorías étnicas encabezando la disputa. El pulso se libra entre el ocupante de la plaza desde 2016, el laborista Sadiq Khan, y el aspirante conservador Shaun Bailey.
Khan es el gran favorito. Un musulmán bajito, de 50 años, de origen paquistaní, que nunca ha probado el alcohol, que apoyó en su día el matrimonio entre homosexuales y que se sitúa en el centro izquierda del laborismo. Hijo de un conductor de autobús, criado en una vivienda social y boxeador aficionado en su juventud, cambió los guantes por la toga y trabajó como abogado pro derechos humanos hasta lograr el escaño de diputado por Tooting, su barrio de siempre en el sur de Londres, donde sigue viviendo. Eurófilo convencido, sufre de asma y como alcalde ha promovido la limitación de la circulación de vehículos en el centro de la ciudad, ha congelado el precio del transporte público y ha aumentado los carriles bici. El balance de su mandato es, sin embargo, discreto.
Khan fue el blanco de insultos personales de Donald Trump después de una serie de atentados yihadistas. El alcalde no se achantó y declaró al entonces presidente de Estados Unidos persona non grata. «Una vez me calificó de perdedor», ha recordado ahora bromeando. «Solo uno de los dos es un perdedor y no soy yo», remató. La creación de empleo en la capital tras el zarpazo del Brexit y la pandemia han sido el argumento de su campaña.
Bailey, su principal adversario, también tiene 50 años, es negro, de origen jamaicano, salido de un barrio pobre y problemático en North Kensington. Siendo muy joven dejó la escuela con 16 años y bordeó la delincuencia. Con el tiempo fundó una organización benéfica para chavales con los problemas que él tuvo y terminó siendo asesor del primer ministro conservador David Cameron, sobre delincuencia juvenil. Sus dos intentos de ser diputado han resultado fallidos.
Es precisamente la seguridad en la metrópoli, que Bailey promete reforzar, la línea de ataque contra Khan ante las imparables agresiones mortales por arma blanca entre bandas adolescentes. El alcalde atribuye esa lacra a la falta de recursos, tras los sucesivos recortes presupuestarios de los gobiernos conservadores.■