Aragonès anuncia que ERC buscará un Govern en solitario
Afirma que el acuerdo con JxCat es «imposible» y le pide que apoye su investidura Los posconvergentes se abren a ceder 4 votos si no hay pacto
Esquerra dio ayer un sonoro portazo a JxCat. El candidato republicano a ‘president’, Pere Aragonès, anunció que ha sido «imposible» llegar a un acuerdo con sus hasta ahora socios, con los que lleva 83 días negociando, y que, por ello, quiere presidir un Govern solo de su partido. «Asumimos la responsabilidad de iniciar la legislatura con un Govern en solitario. Debemos arrancar sin demora y aceptamos la propuesta de JxCat de apoyar un Govern de ERC en minoría», dijo.
Cogido por sorpresa tras el anuncio –que había conocido minutos antes–, el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, afirmó que todavía «es posible» un Govern conjunto entre los dos grandes partidos independentistas. Pero también abrió la puerta a que, en caso de que no haya acuerdo, su formación ceda «cuatro votos» a ERC para que, junto a la CUP y los ‘comuns’, pueda investir a Aragonès y gobernar en minoría.
Aragonès repasó los principales escollos de la negociación. Sobresale el papel del Consell per la República, una entidad con sede en Bélgica que preside Carles Puigdemont y que JxCat pretende que marque la estrategia de todo el independentismo, según el candidato. «Hoy no existen las bases para un Govern de ERC y JxCat que esté cohesionado», resumió.
«La última propuesta que hemos recibido es que el Consell per la República sea quien decida la relación del Govern con el Gobierno en aspectos como la mesa de diálogo. Si hay un órgano que le dice al Govern lo que tiene que hacer, eso es una tutela», se quejó el candidato. Y añadió: «La Generalitat no es una gestoría, es soberana y no debe quedar supeditada a ningún organismo. No se pueden alterar los resultados electorales».
La paradoja es que ahora, para cumplir su objetivo de gobernar en solitario, ERC necesita la ayuda de JxCat en la investidura. El secretario general posconvergente reiteró el viernes que Aragonès tendría los votos de JxCat con o sin acuerdo, y es lo que le recuerdan ahora los republicanos. «A 18 días del final del plazo para investir a un ‘president’, damos un paso adelante y recogemos la propuesta de JxCat. Después, si así lo quieren, podremos incorporar al Govern a las formaciones que apoyen la investidura», dijo Aragonès. La fecha límite para evitar la repetición electoral es el 26 de mayo.
Sànchez, «sorprendido»
Pese a la contundencia del anuncio, JxCat no se da por vencida. En una intervención desde la cárcel de Lledoners, Sànchez respondió a ERC que el «Govern de unidad» solo depende de que todos pongan de su parte. «Nos ha sorprendido la determinación de Aragonès
cuando nos ha conminado a cederle los votos y ha roto las conversaciones», afirmó.
«Queremos seguir negociando, pero sin la presión de una repetición electoral forzada, con un Govern plenamente operativo. Asumimos la opción que nos ofreció JxCat, pero que el Govern se ponga a caminar», había dicho antes Aragonès. Es decir: ERC no se niega a seguir conversando, pero quiere que antes JxCat cumpla su promesa y permita la investidura de su candidato.
Sànchez usó una fórmula algo extraña para confirmar que su promesa sigue vigente, porque, de hecho, marca el camino por el que Aragonès debe intentar su investidura. El secretario general de JxCat abrió la puerta a ceder «cuatro votos» de su grupo a ERC, que serían suficientes siempre y cuando los republicanos hayan obtenido antes el sí tanto de la CUP como de los ‘comuns’.
Y esos dos partidos ya dejaron entrever ayer que nada se puede dar por hecho. La CUP, que ya firmó hace semanas un acuerdo con ERC, emplazó a los republicanos y a Junts a «dejar los intereses partidistas» y alcanzar un pacto de mínimos. «Ya dijimos que daríamos apoyo a la investidura y al Govern de ERC en solitario si cumplen lo que pactamos», añadieron fuentes de los anticapitalistas, informa
Júlia Regué. En cuanto a los ‘comuns’, su líder, Jéssica Albiach, pidió a Aragonès que explore un Govern «de transformación y progresista» sin el apoyo de JxCat, que creen que acabaría imponiendo sus tesis aunque sea desde «fuera».
En privado, otras fuentes de En Comú Podem fueron más claras al respecto. Admiten que «no es lo mismo» votar al candidato de un Govern de ERC en minoría que a uno que fuera de la mano también de JxCat. Sin embargo, advierten a Aragonès de que no puede dar su apoyo por hecho: «Tendrá que sentarse en una mesa y negociarlo. Eso de pedir el voto en una rueda de prensa después de semanas sin reunirse no sirve». El candidato aseguró que iba a abrir conversaciones inminentes tanto con los ‘comuns’ como con la CUP y JxCat para buscar la fórmula que permita ese Govern en minoría.
Mantiene el veto al PSC
Aragonès no quiere ni siquiera contemplar la posibilidad de que JxCat no cumpla con su palabra y no facilite su investidura. Esa situación llevaría muy probablemente a Catalunya a unas nuevas elecciones, porque el republicano afirmó que no buscará el apoyo del PSC.
En cualquier caso, no parece que lo hubiera tenido. Los socialistas llevan días augurando en privado un naufragio de la negociación entre ERC y JxCat, y ayer Salvador Illa, invitó a Aragonès a dejarle paso.
La CUP y los ‘comuns’, claves en el nuevo escenario, se mantienen a la expectativa