Calvo rehúye las presiones sobre la alarma e insta a pensar en el empleo
El PP acusa a Sánchez de «irresponsable» por dejar en manos de las comunidades las restricciones y augura un «estado de caos»
Las horas previas a que terminara el estado de alarma en España no han sido tranquilas políticamente. El Gobierno y la oposición seguían discrepando sobre los pros y los contras de levantar la mano en lo que a las restricciones concierne, Algo que afecta también a las posiciones de las comunidades autónomas, que a partir de ahora deberán hacer frente a la pandemia con sus propios recursos y la resolución de dudas por vía judicial, pudiendo acudir al Supremo para que unifique doctrina. El Ejecutivo de Pedro Sánchez intenta hacer oídos sordos a las presiones que les llegan de aquí y de allí y justifica su decisión, alegando que gracias a las vacunas y a que el virus parece hacer menos estragos que hace unas semanas se puede intentar dar algo más de oxígeno a la economía. Y a la vida social y emocional de los españoles.
Así, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, advirtió el viernes de que el final del estado de alarma no es sinónimo de que la pandemia haya terminado, aunque sí un síntoma claro de que se abre el tiempo de «empezar a pensar en las empresas y en el empleo». «Hay que seguir siendo prudentes, la pandemia no ha terminado», recalcó la número dos ante los periodistas, en los minutos previos a intervenir en un acto sobre el exilio español organizado en la Casa de América de Madrid.
«Tenemos que empezar a pensar en los abrazos, en las empresas, en el empleo y en los planes de futuro de la gente más joven, que afectan a las vidas personales que se han quedado paradas, pero que son también los planes de futuro de
España», enfatizó la vicepresidenta. Calvo incidió en que España «tiene que salir de esta situación y tiene que mirar con confianza su futuro» y deseó que esta situación de tránsito salga bien «para lo que es importante», la salud y después la economía y la «alegría».
Sobre los datos actuales de incidencia del covid en las comunidades autónomas –que no han recibido con mucho entusiasmo, salvo excepciones, la decisión de finiquitar la alarma–, Calvo apuntó que si bien hay diferencias entre las distintas regiones, estos son «bastante aceptables» en general. Y han puesto en marcha restricciones, recordó, que están avalando los tribunales y, en última instancia, podrá armonizar el TS. «Ha sido una pelea muy dura, pero es una batalla que vamos a ganar con mejores expectativas incluso» por los fondos europeos, aseveró.