El Museo Reina Sofía apuesta por una reinvención radical
El museo de arte contemporáneo se renueva a través de una mirada integradora en la que caben todas las disciplinas y que aborda la historia del arte del XX y XXI como si se tratara de un relato en forma de capítulos.
El Museo Reina Sofía inaugura la primera parte de una ambiciosa remodelación que pretende reordenar de manera integral toda su colección a través de una concepción radicalmente diferente. Se trata de limpiar nuestra mirada ante los prejuicios que han marcado la linealidad con la que habíamos afrontado la experiencia museística hasta ahora a través de una metodología que se encarga de darle la vuelta a los estereotipos que tienen que ver con la idea de patrimonio, de patriarcado y con una perspectiva crítica inédita.
Pocos centros de arte se atreven a afrontar semejante ruptura con su pasado más inmediato para tender nuevas formas de pensar las obras desde nuestro presente. El director de la institución, Manuel Borja-Villel ha dedicado diez años a esta gran empresa que transformará las salas de la exposición permanente dándole un nuevo sentido tanto cronológico como temático, integrando nuevas piezas y contextualizando otras de una manera reveladora.
Ayer se presentó el primero de los seis episodios de este nuevo relato de la historia del arte de los siglos XX y XXI y que tiene el título de Nos ven: de la modernidad al desarrollismo, que ocupa unos 2.000 metros cuadrados y que integra piezas de arte, arquitectura, diseño y cine a través de nueve áreas conceptuales. El recorrido, que consta de 18 salas, comienza con algunos muebles de la pareja de arquitectos y diseñadores Charles y Ray Eames y termina con el sujeto alienado y esquizo de Luis Gordillo. Un viaje que da inicio tras la Segunda Guerra Mundial con la supremacía estadounidense y la oda al American Way of Life, a los barrios residenciales y los electrodomésticos que marcaban el sexismo dentro de la sociedad, continúa con el contrapunto europeo y su crítica al consumismo capitalista en la que destaca un espacio completo dedicado a la instalación de Richard Hamilton, Man, Machine and Motion y con la obra de autores latinoamericanos durante los años 40 y 50 a través del arte abstracto con trabajos de Joaquín Torres García, Hélio Oiticica o Lygia Clark. Nuevas visiones En los siguientes espacios se ofrecen nuevas visiones para entender el arte desde un prisma diferente abordando la crisis de la masculinidad y el feminismo. Por eso, frente a artistas como Francis Bacon o Leon Golub, encontramos a Dorothea Tanning y Louis Bourgeois, de la que se expone la imponente Araña de 1994 que, si bien constituye un anacronismo, sirve para trasgredir esa idea de la mujer dentro del espacio doméstico que se había perpetuado hasta el momento.
A partir este momento nos centramos en España en la época del desarrollismo a través de un doble enfoque, cómo se ve desde dentro (a través de las campañas propagandísticas lanzadas por el régimen de Franco) y cómo desde fuera, ya sea a través de la revisión de la mirada colonialista que hace Rogelio López Cuenca en una instalación en la que encontramos desde botes de Coca Cola a historietas de El Guerrero del Antifaz o de las obras de los autores en el exilio, como Max Aub. En los próximos meses se irán habilitando nuevos espacios hasta completar en noviembre todo el nuevo recorrido en el que solo una de las piezas permanecerá inalterable el Guernica, de Pablo Picasso.
En noviembre se completará el nuevo recorrido y solo el ‘Guernica’ sigue intocable