El Atlético sufre pero no falla y pone la directa hacia el título
El equipo de Simeone gana ante la Real Sociedad con una gran primera parte que le deja con ventaja en liderato y con la opción de sentenciar el campeonato el fin de semana.
Después de haber perdido muchos puntos en la segunda vuelta, el Atlético ha esperado a no tener ventaja para mostrar su cara más solvente. Ante la Real Sociedad, el equipo de Simeone cristalizó su buen juego inicial en goles y ganó su primera final por la Liga.
El paso hacia adelante en la pelea por el título es trascendente, no solo por las buenas sensaciones. La victoria atlética descarta matemáticamente al Sevilla para el título, deja al Barcelona a cuatro puntos y al Madrid, que tiene que jugar hoy, a cinco. Todo a dos jornadas del final, en las que el Atlético puede ser campeón ante Osasuna y termina en Valladolid.
Simeone ha encontrado un sistema y una idea de juego con la que se encuentra tan cómodo como el 4-4-2 clásico de los inicios del cholismo. A veces es tan sencillo como colocar a los mejores en su posición más dañina para el rival, sin inventos de carrileros fuera de sitio: Suárez cerca del gol, Carrasco como extremo y Llorente como interior por la parte derecha, el sitio para atacar ese espacio en el que ha encontrado la felicidad como futbolista. Aquel equipo, campeón en 2014, era un muro infranqueable en defensa. Esta nueva versión del cholismo es más feliz con el balón, más veces frustrante, pero también a veces más brillante, como ante una Real Sociedad que le dio alternativas a los jóvenes y casi da un susto.
El equipo de Simeone empezó lanzado y tuvo ocasiones muy claras en los primeros diez minutos, llegadas sin más oposición para marcar que el portero realista, una carga ofensiva liderada por un inconmensurable Llorente que redujo a su mínima expresión a la Real Sociedad. No tardó en llegar el gol, al cuarto de hora, con un centro del centrocampista madrileño, como no podía ser de otra manera, y un remate a la remanguillé de Carrasco para batir a Remiro.
Con el gol a favor, el Atlético rebajó la intensidad, empezó a buscar los espacios a la espalda de la defensa realista y volvió a marcar antes de la media hora. Luis Suárez sigue sin marcar, pero asistió con maestría a Correa para el 2-0.
Más allá del descanso, pudo sentenciar el Atlético, pero tuvo que aparecer Oblak y, en los últimos diez minutos, marcó la Real para que los de Simeone terminaran con cara de susto.