El CIS sitúa al tripartito de izquierdas como preferencia de los catalanes
▶ La mayoría de los encuestados creen que se reeditará el Govern independentista ▶ Los votantes de ERC, divididos sobre las alianzas
Catalunya sigue en vilo, a la espera de la investidura de un ‘president’ o de una repetición electoral a mediados de julio. Y en plena crisis entre Esquerra y Junts, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) entró en juego ayer con una encuesta que refleja que el 31,2% de los catalanes prefieren un tripartito de izquierdas (ERC, PSC y En Comú Podem) y, a ocho puntos de distancia, un Ejecutivo de coalición entre fuerzas independentistas (23,2%).
De las 3.735 entrevistas realizadas entre el 26 de marzo y el 1 de mayo, antes de que las negociaciones entre Esquerra y Junts saltaran por los aires, se desprende que las opciones de un Gobierno en solitario carecen de simpatías. Un 12,7% prioriza al PSC gobernando solo en el Palau de la Generalitat, y un escaso 5,7% apoya que ERC haga lo propio, una opción que gana enteros entre las filas republicanas tras el choque con los posconvergentes.
Pese a la legislatura de riña incesante entre los todavía socios en el Ejecutivo catalán, hasta un 50,7% de los encuestados creen que volverá a reeditarse un acuerdo independentista, frente a un 9,2 % que confía en la ecuación PSC-ERC-En Comú Podem y un 4,3 % que augura un Govern de Esquerra en solitario.
Los pactos
Los votantes republicanos están divididos sobre las alianzas: un 48,9% elige a Junts, pero un 23,6% prefiere a las izquierdas y un 20,4%, tomar el mando de la Generalitat de forma autónoma. En cambio, los electores de la posconvergencia y de los anticapitalistas prefieren mayoritariamente pactar solo con independentistas en un 88,3% y un 68,1%, respectivamente. Los que votaron al PSC se decantan en un 54,7% por arrimar el hombro con ERC y los ‘comuns’, mientras que un 31,5%, por que gobierne en solitario.
Una repetición electoral no sacudiría el panorama político, según el sondeo: un 73,5% reconoce que se decidiría por la misma papeleta que el 14-F, un 16,6% se abstendría o votaría en blanco y un 3,6% cambiaría su voto.