Un paso trascendental
Estamos comprometidos con una transición energética ambiciosa y justa
La aprobación en el Congreso de los Diputados de la ley de cambio climático y transición energética es un hito legislativo de gran trascendencia en el proceso de descarbonización de nuestra economía. Para una compañía como Cepsa, es una buena noticia que se establezca el marco regulatorio general en el que debe desarrollarse la transición hacia un nuevo modelo económico descarbonizado. En los próximos meses, anunciaremos el giro verde de nuestra compañía. Estamos comprometidos con una transición ambiciosa y justa, por el bien de nuestra economía y por el bien de la sociedad.
En las últimas décadas, he trabajado a nivel internacional en el sector energético contribuyendo a su desarrollo y transformación. Siempre he tenido la convicción de que la transición debe avanzar al ritmo del reto que tenemos por delante, de la evolución de la tecnología, de los recursos financieros disponibles y del ritmo que marque la sociedad. La transición hacia una economía descarbonizada no puede dejar a nadie atrás. Por ello, nos corresponde a todos los actores implicados avanzar hacia el nuevo modelo sabiendo que estamos ante nuestra última oportunidad si queremos garantizar un futuro y una economía sostenibles. En este contexto, tenemos también como país una enorme oportunidad ante nosotros para aprovechar los fondos europeos y para que estos impulsen la colaboración entre el sector público y el privado, que tendrá un impacto positivo para el día a día de los ciudadanos. Los fondos deben apostar por modelos económicos y financieros viables que permitan acelerar la descarbonización, que tengan impacto positivo en la recuperación de la economía en el corto plazo y que permitan a los inversores recuperar sus inversiones en el largo plazo.
Necesitamos transformar nuestras empresas hacia una industria más verde y circular, con patrones de sostenibilidad social y ambiental distintos, y que favorezcan nuestros planes de descarbonización. La ley de cambio climático y transición energética contribuirá a aportar más seguridad jurídica a las inversiones que deben ejecutarse si queremos acelerar este proceso y llega en un momento en el que Cepsa está diseñando su propio modelo de transición. Aquellas empresas energéticas que no asuman el cambio de modelo corren el riesgo de desaparecer. Del mismo modo que si las instituciones y el conjunto de la sociedad no asume conjuntamente el cambio de modelo podrían entrar en una espiral muy peligrosa. Sigamos, pues, avanzando hacia una transición tan ambiciosa como justa.
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