«En el fútbol femenino se ve enseguida quién va de postureo»
Dos años después de la final de Budapest, el Barça tendrá otra oportunidad de conquistar su primera Champions femenina. La segunda capitana azulgrana cree que la cita de Gotemburgo «no tendrá nada que ver» con la de 2019 porque llegan «mucho mejor individ
Alexia Putellas no podía imaginar cuando empezaba a chutar un balón por las plazas de Mollet que disputaría no una sino dos finales de Champions. «No me lo imaginaba ni entonces ni cuando fiché por el Barça con 18 años», comenta la segunda capitana azulgranas. Nueve años después de enfundarse por primera vez la zamarra barcelonista y dos después de la final de Budapest, esta talentosa centrocampista aspira a levantar este domingo la primera corona continental del Barça femenino, motor del crecimiento del fútbol femenino en España.
— Ahora hay niñas que la habrán visto en dos finales de Champions. ¿Cómo cree que ayuda esto al futuro del fútbol femenino?
— Es muy importante que estos partidos se retransmitan porque todo lo que no se ve, no existe. Si una niña no ve a una mujer jugando una final de la Champions pensará que no se puede dedicar a esto. Por eso es importante para que haya muchos niñas y niños que vean que el deporte también es cosa de chicas y que las mujeres pueden ser también profesionales.
—¿Qué importancia tienen los referentes en la evolución del fútbol femenino?
— La niña que quiera ser futbolista verá que hay una profesión y que se puede dedicar a eso. Hace 20 años era impensable pensar que una jugadora se pudiera dedicar 100% a esto y ser profesional. En España hemos empezado más tarde a dar importancia al fútbol jugado por mujeres, pero se está avanzando en tiempo récord. El futuro pasa por que todas estas niñas vean jugadoras que se dedican a eso. El futuro pasa por que las niñas que nos vean el domingo quieran jugar ellas una final de Champions.
—¿Hay una apuesta real por el fútbol femenino en España o mucho postureo?
— Pues hay de todo. Pero se nota enseguida cuando estás dentro quién va de postureo y quién va de verdad.
— Los patrocinadores son claves para la profesionalización. El regalo por ir al Mundial de 2015 con España fue una taza de café y al de 2019 un coche. ¿Qué evolución ha visto en el interés de los sponsors?
—Solo el 1% de los sponsors va destinado al deporte femenino. Si el deporte femenino está acelerando como lo está haciendo, imaginémonos si se invierte un poco más. Avanzaríamos una barbaridad. Hay que darle la visibilidad que genera más interés, demanda, el consumidor irá más al estadio, a comprarse la camiseta. Y entonces los sponsors entran. Es una cadena donde todo es necesario.
— Patrocinios que tienen un valor añadido en términos sociales.
— Estamos en un momento social en el que entre todos tenemos que conseguir que haya una igualdad real. En lugares de trabajo normales que haya igualdad salarial. Remarco que hablo de otros trabajos, en empresas en las que en el mismo cargo cobran más los hombres que las mujeres. En el deporte, dar las mismas oportunidades, que un niño pueda jugar igual que una niña. Se tiene que conseguir ya, es el momento. Por desgracia, antes ha habido desigualdades pero entre todos tenemos que conseguirlo.
— ¿Qué papel ha tenido el Barça en la visibilización del fútbol femenino?
— El Barça ha sido pionero en este aspecto. La forma en la que ha encarado toda la evolución y la planificación que ya hay y sigue habiendo para convertirse en el espejo en el que todo el mundo se fije. Nosotras
hemos estado tres y cuatro años sin ganar la Liga. Y no ha dependido de esto querer convertirse en el mejor equipo del mundo en nuestro sector. Se tiene que poner en valor. No era maquillaje, era de verdad y la idea es firme.
— ¿Pero cuando esa idea va acompañada de resultados todo es mucho más fácil, no?
—Sí, pero normalmente lo que pasa en el deporte femenino es que primero tienes que tener los resultados y luego viene la inversión. Porque es como que ya has justificado la inversión. Lo extraño y lo que hay que poner en valor es lo que ha hecho el Barça. Sí que es cierto que antes ya se habían ganado Ligas pero en el momento en el que se hace profesional la sección, no se gana la Liga. Y el segundo año podría haber dicho alguien «no habéis ganado, pues fuera, no podéis ser profesionales». Y no pasó eso sino todo lo contrario. Se normalizó que en el deporte se puede ganar o perder pero la inversión en el mundo del deporte no se toca. Creemos realmente que se tiene que hacer y será así.
—¿Qué diferencia hay entre el equipo que llegó hace dos años a la final de Budapest y el que llega a la de Gotemburgo?
— Creo que hay mucha diferencia. Para empezar, en Budapest cuando salimos pensamos son 90 minutos a ver si tenemos alguna posibilidad. Obviamente, íbamos a ganar pero somos conscientes de que el nivel que teníamos era inferior al del Lyón. Ahora está al 50%. Hemos trabajado muchísimo estos dos años incluso el año pasado contra el Wolfsburgo juegas 10 partidos y les ganas 9. Si no hubiera sido por ese partido serían tres finales consecutivas. Y eso ya son palabras mayores. La final no tendrá nada que ver con la de hace dos años porque estamos en mucho mejor momento individual y colectivamente.
— En las semifinales empezaron 8 de las 11 titulares en la final de 2019. Se mantiene el bloque.
— Eso dice mucho de la planificación del Barça. Que creyó que estas son las jugadores que queremos que evolucionen y es lo que ha hecho. El club ha conseguido que fuéramos evolucionando hasta dar nuestra mejor versión.
— ¿Cómo ha sido la readaptación al público? ¿Poder celebrar la clasificación en el Johan Cruyff con la afición fue especial?
— En la semifinal había mil personas pero nos fue de lujo. Cómo nos ayudaron en momentos en los que no iban bien las cosas. Se nota muchísimo cuando tienes a tu afición detrás. Cuando está todo vacío es muy frío.
«El futuro pasa por que las niñas que nos vean el domingo quieran jugar una final de Champions»