La ‘mochila austriaca’ podría tener un coste de más de 8.000 millones
El Banco de España insistió ayer en su ya tradicional apuesta por la conocida como mochila austriaca (un sistema por el que las empresas van aportando por anticipado los costes de despido en un fondo individual para cada trabajador a cambio de una rebaja de las indemnizaciones propiamente dichas). Como ya propuso el año pasado, insta al Gobierno a usar las ayudas europeas para financiar su implementación, algo por lo que también ha apostado el Fondo Monetario Internacional (FMI). La novedad es que por primera vez ha puesto un «ejemplo» de cómo podría configurarse y del coste que supondría para el Estado subvencionar transitoriamente a las compañías su creación.
Así, ha usado como «hipótesis» que las empresas tuvieran que aportar seis días por año trabajado al fondo de cada empleado y que las indemnizaciones por despido se redujeran a la mitad (a 16,5 días por año trabajado para despidos improcedentes, 10 días para los despidos objetivos, y seis días para el término de los contratos temporales). El nuevo sistema no tendría un coste adicional para las empresas a largo plazo, pero a corto sería más gravoso porque durante los primeros años tendrían que abonar simultáneamente las nuevas cotizaciones y las indemnizaciones por despido acumuladas bajo el esquema previo.
Con los datos de 2013 a 2016, ello hubiera implicado un sobrecoste para las compañías de 9.095 millones, a los 37.093 millones. El organismo apunta que si el Estado hubiera financiado durante ese periodo las contribuciones de las empresas decrecientemente (cinco días por año trabajado el primer año, cuatro días el segundo, y así sucesivamente), el coste público hubiera sido de 8.031 millones (8.660 millones incluyendo 2017), si bien ha reconocido que aquellos fueron años de crecimiento y que si se hiciera «en una época con muchos despidos, sería más elevado».