Junts vota nada

El acuerdo ya está bendecido, la militancia de Junts ha votado que Catalunya no sea independiente esta legislatura, un paso importante y sorprendente. Hace solo unos días sus envalentonados dirigentes ponían del revés a todo aquel que no defendiera una autodeterminación efectiva y urgente. En los días negros de la negociación los malos eran los de Aragonès que apostaban por una Catalunya autonomista para los próximos cuatro años. Tras un fin de semana rural como por arte de magia y calculadora ya nadie piensa lo que pensaba y sus nuevas opiniones han hecho posible un pacto que debería bautizarse como donde dije digo…. Dos días después tampoco los militantes de Junts creen ya lo que creían y ratifican un acuerdo que deja claro que el referéndum de autodeterminación solo podrá ser acordado con el Estado y que apuesta por el diálogo. El Gobierno de España se ha mantenido firme en su negativa a un referéndum de autodeterminación, así que la militancia de Junts han votado sí a nada. Consciente y voluntariamente.

Las bases de la CUP y los votantes de ERC aceptan que el Gobierno ya no sea marcadamente de izquierda o por lo menos que no lo sean sus políticas. Aragonès olvidó cualquier referencia a la izquierda en el Palau Robert y, nuevamente por arte de magia y de Junts, se han caído los puntos del preacuerdo con la CUP que marcaban las políticas sociales: la ley catalana de alquileres, la recuperación de las viviendas provenientes del turismo, el fin de las expulsiones arbitrarias o la revisión de las externalizaciones del departamento de Salud (¡Bingo! Salud ha recaído en Junts). El viernes Catalunya tendrá nuevo presidente, pero lo más cercano a un triunfo que pueden celebrar Esquerra y la CUP es el hecho de que Elsa Artadi se haya autodescartado y nada apunta que haya sido efecto de la famosa y repleta papelera de la historia de los anticapitalistas.