Pubs, bares y discotecas exigen por la vía judicial abrir de inmediato
La Fecasarm solicita medidas cautelarísimas para recuperar la actividad al considerar que la situación ya no justifica los cierres. Vergés estima una reapertura por la verbena de Sant Joan.
Pocos días después de que la restauración lograse ganar una hora de horario (hasta medianoche) utilizando la vía judicial, es ahora el ocio nocturno quien sigue los mismos pasos para acelerar la desescalada del sector. En concreto, la patronal del Fecasarm ha presentado un nuevo recurso ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) para poder reabrir de forma inmediata discotecas, pubs y bares, cerrados por la pandemia de coronavirus. La entidad considera que las circunstancias son muy distintas respecto a 2020, cuando el mismo intento no prosperó. La vacunación, las cifras de contagios, el cercano fin de los erte o la proliferación de los botellones son algunos de los argumentos esgrimidos.
En estos momentos, el Departament de Salut ya tiene sobre la mesa un plan de reapertura, pero este no se ha materializado todavía ni en fechas ni en horarios, como reclama el sector. El Govern sostiene que antes de cualquier paso en Catalunya debe ser el Gobierno central quien derogue el decreto aún vigente que establece el cierre del ocio nocturno en todo el Estado. No obstante, la Fecasarm cuestiona la validez de este último y recuerda las iniciativas que ya han prosperado en comunidades como Andalucía. En medio de esta negociación, la ‘consellera’ en funciones Alba Vergés apuntó ayer que el sector podría reabrir «muy probablemente» para la verbena de Sant Joan.
Petición urgente
Los operadores del ocio nocturno, que suma unos 37.000 empleos en el territorio, defienden una apertura mucho más rápida, por lo que han solicitado una medida cautelar urgentísima en la sala de lo contencioso-administrativo del TSJC para suspender las restricciones que impiden la actividad de discotecas, bares musicales y salas de fiestas, entre otros. El abogado y portavoz del colectivo, Joaquim
Boadas, destaca en la petición que mantener la clausura es «totalmente desproporcionado ya que existen medidas de bioseguridad cuya eficacia ha quedado demostrada que permiten el desarrollo de dichas actividades sin distancia interpersonal y con una seguridad del 99,75%».
La Fecasarm insiste en que el cierre está «promoviendo y consolidando» la proliferación de fiestas ilegales y botellones sin medidas de seguridad y recuerda la grave situación que atraviesan las familias de los trabajadores que suman 14 meses sin trabajo. El extenso documento ahonda en los últimos datos epidemiológicos, muy distintos al momento en que se prohibió la actividad, incluida la situación hospitalaria. «Queda claro que las medidas (las restricciones) ya han perdido de forma sobrevenida su razón de ser».
Este movimiento por vía judicial se suma al efectuado el martes por la misma patronal, que solicitó medidas cautelarísimas contra la limitación horaria de bares restaurantes, cafés teatro, cafés concierto y restaurantes musicales, así como sobre el servicio de bar en las salas de conciertos y sobre la obligatoriedad de que los asistentes a estos permanezcan sentados. Los argumentos son similares, ya que se alega esencialmente que el remedio viene a ser peor que la enfermedad, en cuanto a las fuertes restricciones que suman estos locales y sus consecuencias en la vía pública o la economía catalana.
Cuestión de fechas
En este sentido, las declaraciones de Vergés evidencian que el cerrojazo del ocio reglado es ya insostenible. El plan del Procicat contempla la vuelta de todas las actividades recreativas musicales vinculadas, de salas de baile a karaokes, pero el Govern ya estimó que aún tardaría varias semanas en desplegarse por fases. El mismo cálculo repitió tras la prueba piloto nocturna realizada en Sitges (Garraf) la semana pasada. Esas fechas encajan con la actual previsión de la ‘consellera’ en funciones de reabrir «a las puertas del verano», aventurando que es «muy probable» que eso pueda suceder con motivo de la verbena de Sant Joan.
El sector sostiene que el cierre de los locales propicia las fiestas ilegales y los botellones