Amazon compra MGM (y las pelis de Bond) por 6.900 millones
La adquisición le proporcionará una enorme biblioteca de películas y programas de televisión y aumentará la competencia en el mercado de las plataformas de ‘streaming’.
En la jungla del streaming hay un nuevo aspirante a rey: Bezos, Jeff Bezos. Ayer, Amazon y Metro Goldwyn Mayer (MGM) anunciaron un acuerdo definitivo de compra por el que la empresa de Bezos adquirirá, a cambio de 8,450 millones de dólares (6.900 millones de euros) el legendario y casi centenario estudio que alberga, entre otros títulos, la franquicia de James Bond. Aunque falta el visto bueno de los reguladores y otros trámites habituales en este tipo de adquisiciones, no se espera que surjan barreras (aunque sí más llamadas a regular contra potenciales monopolios) y la operación representa el último gran movimiento de piezas en el cambiante panorama audiovisual. Es también una operación especialmente simbólica del cambio de era en Hollywood, con uno de los gigantes tecnológicos haciéndose, por un precio más del 40% superior al que se estimaba que estaban dispuestos a pagar otros mastodontes de Silicon Valley como Apple o Netflix, con uno de los pocos emblemas que quedaban disponibles del tradicional sistema de estudios (y también asumiendo sus deudas).
Aunque MGM ya vendió hace décadas parte de sus clásicos previos a 1986 a Warner, incluyendo títulos como Cantando bajo la lluvia, El mago de Oz o Lo que el viento se llevó, Amazon adquiere un nutrido catálogo que contiene cerca de 4.000 títulos e incluye, además de Bond, otras sagas como la de Rocky/Creed y títulos como Toro Salvaje, La pantera rosa, Hechizo de Luna, Thelma y Louise, Instinto básico, Robocop, El silencio de los corderos o Poltergeist (mantuvieron la propiedad de películas realizadas antes de 1986 por Orion y United Artists). Se hace también con varios proyectos que los estudios MGM tienen en la agenda, como Respect, el biopic de Aretha Franklin o las nuevas películas de Ridley Scott (House of Gucci, con Adam Driver y Lady Gaga) y Paul Thomas Anderson. Además, adquiere cerca de 17.000 horas de televisión y un estudio televisivo que ha producido series recientes como El cuento de la criada, Fargo o Vikingos y tiene derechos de productos como los concursos y realities The Voice, Survivor o Shark Tank.
«El verdadero valor financiero tras este acuerdo es el cofre del tesoro de propiedad intelectual en el profundo catálogo que planeamos reimaginar y desarrollar junto con el talentoso equipo de MGM. Da muchas oportunidades para narración de historias de alta calidad», dijo Mike Hopkins, vicepresidente de Prime Video y los Estudios Amazon, en un comunicado en el que Kevin Ulrich, el presidente de MGM, aseguró que «la oportunidad de alinear la larga historia de MGM con Amazon es una combinación inspiradora». Según explica The New York Times, no obstante, la joya de la corona, la saga de Bond, llega con un asterisco. Amazon solo será propietario del 50% de la franquicia y el resto lo poseen Barbara Broccoli y su hermano, Michael Wilson, que mantienen un férreo control sobre decisiones como cuándo hacer una nueva entrega, quién encarnará al agente 007 y si se pueden hacer versiones televisivas (esfuerzos que han bloqueado hasta ahora). Esta es la segunda mayor adquisición de Amazon, que compró por 13.700 millones de dólares la cadena de supermercados Whole Foods, y pone a Bezos, también dueño de The Washington Post y de la compañía aeroespacial Blue Origin, en ruta a su sueño de convertirse en magnate del cine. Era una misión que puso en marcha con sus propios estudios en Amazon, que han producido o adquirido series como La maravillosa señora Maisel, Transparent o Fleabag y películas, incluyendo tres que este año le llevaron hasta los Oscar: Sound of metal, la segunda entrega de Borat y Una noche en Miami.
Potenciar el servicio Prime
Para Amazon, que según datos de Bloomberg solo el año pasado se gastó 11.000 millones de dólares en esos contenidos para sus servicios de streaming de vídeo y música y que tiene en cartera una serie de El señor de los anillos (con un presupuesto inigualado de 465 millones de dólares por una temporada), la adquisición de MGM abre la posibilidad de alimentar el insaciable apetito por nuevo contenido que se ha ratificado durante la pandemia y plantar cara a los actuales reyes del streaming: Netflix y Disney+. Y lo hará sumando miembros (y con ello también ingresos publicitarios) a su servicio Prime, la suscripción por la que se pagan en Estados Unidos 119 dólares al año (o 13 al mes) y que ofrece desde títulos gratis hasta envíos gratuitos del gigante de comercio electrónico.
MGM fue fundado en 1924 cuando el magnate de salas de cine Marcus Loews se hizo con el control de Metro Pictures, Goldwyn Pictures y Louis B. Mayer Pictures. Se hizo uno de los «cinco grandes estudios» de Hollywood y convirtió en icónicos tanto al león Leo (cuyo rugido en realidad era la grabación del de un tigre) como la frase «más estrellas que en los cielos». Tras décadas de apuros y tras pasar por una reestructuración bajo leyes de bancarrota actualmente era propiedad de una serie de «hedge funds», que relanzaron el año pasado los intentos de venta que culminaron ayer.