Róterdam, el referente verde
La ampliación Maasvlakte II del puerto de la ciudad holandesa es un modelo para el presidente de Aena, ya que transformó una zona protegida por razones de interés general.
El presidente de Aena, Maurici Lucena, tiene un referente medioambiental cuando habla de la ampliación del Aeropuerto de Barcelona. Cierto que no se trata de un aeropuerto, pero sí de una gran infraestructura que se ha convertido en referente mundial del comercio. Se trata del puerto de Róterdam. Situado en Holanda, es el puerto más grande de Europa. Y todo gracias a la visión que a principios de 2000 permitió años más tarde una ampliación del área portuaria en detrimento de una zona protegida. Y ese es el punto de conexión con sus planes para el Aeropuerto de Barcelona. «La ampliación del puerto de Róterdam se justificó de la misma manera que se puede hacer en Barcelona. Por razones de interés general», explicó Lucena en un foro organizado por Esade. El objetivo último, según el presidente de Aena, es que tras la ampliación, «el entorno quede mejor que antes».
Cubriendo una superficie de 105 kilómetros cuadrados, el Puerto de Róterdam se extiende a una distancia de 40 kilómetros de la ciudad tras sucesivas ampliaciones desde el siglo XIV. Desde el casco histórico se amplía a través de canales navegables hasta la zona recuperada de Maasvlakte, que se proyecta hacia el mar del Norte, referencia mundial en infraestructuras marítimas. Se estima que para 2035, las inversiones acumuladas de inversores y operadores portuarios en el puerto de Róterdam alcancen los 10.000 millones de euros.
Arduas negociaciones
En 2004, la construcción del segundo Maasvlakte recibió la aprobación inicial, pero el Consejo de Estado detuvo el proyecto en 2005 porque los planes no tenían suficientemente en cuenta el impacto ambiental. Tras arduas negociaciones, la visión económica y de futuro de la zona prevaleció, pero a cambio del compromiso de establecer zonas medioambientales alternativas equivalentes. El 10 de octubre de 2006 se consiguió la aprobación para comenzar su construcción en 2008, con el propósito de atracar el primer barco en 2013. Cuando el tamaño del puerto no parecía suficiente, la zona Maasvlakte II fue la solución. Se construyó un nuevo megadique de abrigo de 3,5 kilómetros de longitud que protege al puerto holandés, con siete millones de toneladas de escollera.