Los Mossos buscan a los autores de la «brutal» agresión homófoba
Aparte del de la playa del Somorrostro, la noche del sábado hubo otros dos ataques a gais que no se han denunciado. El Observatori contra l’Homofòbia advierte de una «espiral violenta».
Los Mossos d’Esquadra investigan la agresión «brutal», en palabras del portavoz del cuerpo Joan Carles Molinero, que sufrieron personas homosexuales que se encontraban el sábado por la noche en la playa del Somorrostro, en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona. Según describieron varios de los testimonios que vieron lo sucedido, una de las víctimas fue derribada de un puñetazo y cuando ya se encontraba en el suelo sufrió patadas en la cara que le fracturaron la mandíbula y destrozaron parte de la dentadura. A pesar de tratarse de un caso «excepcional» por la violencia aplicada, este año el consistorio ya ha registrado 28 ataques contra personas LGTBI, y en Catalunya las entidades ya cuentan 80 víctimas.
El ataque más grave registrado este fin de semana fue a las 22.30 horas en la arena de la playa. Las víctimas formaban parte de un grupo de seis personas, entre las que había una pareja heterosexual. Esta última pareja no fue atacada por el grupo de agresores que se ensañó contra los otros cuatro, un hecho relevante que refuerza la tesis de que el resto fueron golpeados por su condición sexual. El que sufrió la fractura en la mandíbula tuvo que ser operado en el Hospital Vall d’Hebron.
Los testimonios no han facilitado ninguna descripción que pueda circunscribir a los atacantes dentro de un colectivo en concreto. Todos subrayan que fueron objeto de una «violencia gratuita», es decir, sin que mediara provocación alguna por parte de las víctimas. Molinero detalló que los agresores actuaron en grupo y que tenían entre 28 y 35 años. La investigación se centra ahora en tratar de identificarlos y detenerlos.
En Gràcia y en el Eixample
Esa misma noche del sábado hubo además otras dos agresiones que sufrieron homosexuales en la capital catalana. La segunda sucedió en la plaza de Lesseps del distrito de Gràcia durante la mañana y la tercera cerca del Auditori, en el distrito del Eixample. Ambas víctimas fueron asaltadas con insultos homófobos y posteriormente recibieron golpes por parte de los atacantes, aunque las lesiones son muy leves. Las seis víctimas de los tres ataques han sido atendidas por psicólogos tanto del Observatori contra l’Homofòbia como del propio Ayuntamiento de Barcelona, que hace ya dos años trabajan conjuntamente.
«La violencia contra las personas homosexuales es estructural. Estamos ante una espiral LGTBIfòbica y hay que responder con contundencia», dijo ayer Eugeni Rodríguez, presidente del Observatori, acompañado por el concejal de derechos de ciudadanía de Barcelona, Marc Serra. «No habrá impunidad en esta ciudad para aquellos que atacan a la diversidad», advirtió Serra. De momento, el ayuntamiento no se plantea presentarse como acusación popular en este caso, pero ya ha aportado sus abogados y psicólogos para atender a las víctimas.
Denunciar es esencial
En realidad, la violencia contra el colectivo LGTBI no es nueva. Este año, el Observatori ya ha detectado 80 víctimas de agresiones y ataques de distinta tipología motivados por la orientación sexual o identidad sexual. Prácticamente el mismo número de casos registrados en 2020, cuando la mayoría de actos discriminatorios o ataques ocurrieron dentro de las escaleras de vecinos o espacios comunitarios debido al confinamiento. Por ello la entidad sigue insistiendo en que es esencial denunciar –la mayoría no lo hace– y pide a la Generalitat que redacte un protocolo con sanciones aplicables contra la discriminación al colectivo LGTBI.
Este año ya se han detectado ataques y agresiones con 80 víctimas de distinta tipología