Bruselas aconseja a España prudencia fiscal por su elevado endeudamiento
La Comisión recomienda mantener el gasto corriente bajo control con un tope del 0,5% del PIB y aprovechar al máximo los fondos europeos
El alto nivel de deuda pública y privada sigue siendo la principal vulnerabilidad que sitúa a España como uno de los 12 países de la Unión Europea con desequilibrios macroeconómicos, una situación que se ha visto agravada por los efectos del coronavirus. Ante este panorama, la Comisión Europea recomienda al Gobierno de Pedro Sánchez –y al resto de países con elevado endeudamiento– que mantengan una política fiscal «prudente» y aproveche al máximo los fondos de recuperación.
Según Bruselas hay tres países que experimentan desequilibrios macroeconómicos excesivos (Chipre, Grecia e Italia) y nueve con desequilibrios. Es en este segundo grupo en el que vuelve a situarse España debido al elevado endeudamiento externo e interno, privado y público, en un contexto de elevado desempleo. «La deuda pública aumentó sustancialmente en 2020 como resultado de la recesión y de las medidas de apoyo implementadas para amortiguar el impacto de la crisis», alerta la Comisión sobre el nivel de endeudamiento que se disparó al 120% del PIB en 2020 y que apenas caerá al 119,5% este año.
El análisis también avisa del aumento del paro, que no comenzará a caer hasta el próximo año, y recuerda que asegurar la productividad y la competitividad siguen siendo cuestiones importantes. Por todo esto, Bruselas pide a España que responda en 2022 con una «política fiscal prudente» lo que significa, según fuentes comunitarias, mantener el gasto corriente bajo control y limitar su aumento al 0,5% del PIB. «El gasto público tiene que utilizarse para invertir en educación o infraestructuras que no es lo mismo que dedicarlo al gasto corriente», recordó durante la presentación el comisario europeo de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni.
Aprovechar la ayuda europea
El Ejecutivo comunitario recomienda a España y al resto de países endeudados que aprovechen el plan de recuperación de 750.000 millones de euros. «Los Estados miembros con un elevado nivel de endeudamiento deberían utilizar el fondo de recuperación para financiar inversiones adicionales para respaldar la recuperación y, al mismo tiempo, aplicar una política fiscal prudente», sostiene Bruselas en relación a un fondo que dejará 69.500 millones en ayudas directas a España.
La misma recomendación general vale también para España. «Se recomienda a España en 2022 utilizar el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia –el llamado fondo de recuperación– para financiar inversiones adicionales en apoyo a la recuperación mientras se lleva a cabo una política fiscal prudente. Preservar la inversión financiada nacionalmente», señala la primera de las tres recomendaciones dirigidas este año a España. Además, cuando las condiciones económicas lo permitan, a medio plazo, Bruselas recomienda el regreso a las políticas de consolidación fiscal para regresar a una posición presupuestaria prudente y garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas a medio plazo.
Hasta entonces, Bruselas urge al Gobierno a prestar atención a la composición de las finanzas públicas y a la calidad de las medidas
El análisis emplaza a tomar medidas presupuestarias para una recuperación sostenible
presupuestarias para garantizar que la recuperación sean sostenible e inclusiva. España tendrá que dar prioridad a las inversiones que contribuyan a mejorar el crecimiento, particularmente las destinadas a la transición verde y digital, y sobre todo priorizar las reformas fiscales estructurales que contribuyan a garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas, «incluido el refuerzo de la cobertura, adecuación y sostenibilidad de los sistemas de salud y protección social».
La lista de peticiones figuran en el informe semestral de primavera, presentado ayer por la Comisión Europea, que formaliza la decisión comunitaria de mantener suspendidas las reglas del déficit y la deuda pública durante todo 2022 y hasta 2023.