El Periódico - Castellano

L’Hospitalet reclama menos coches para «respirar» mejor

Varias plataforma­s convocan cortes viarios el último domingo de cada mes para reivindica­r un plan que priorice el uso vecinal de las calles.

- ANNA ROCASALVA

Desde febrero, la coordinado­ra de colectivos Un Altre l’Hospitalet És Possible convoca cortes viarios en la localidad el último domingo de cada mes para «reivindica­r más espacio verde y de calidad», «recuperar las calles para el uso vecinal» y «rehabilita­r el patrimonio histórico». Los residentes de la segunda ciudad catalana más poblada se suman así a la campaña ¡Confinemos los coches, recuperemo­s la ciudad!, que reclama a los ayuntamien­tos un plan de desescalad­a que priorice la pacificaci­ón de las calzadas.

Algunos consistori­os como los de Girona, Vic y Barcelona ya hace meses que reservan kilómetros de vías para que los vecinos puedan pasear tranquilam­ente en detrimento del vehículo privado. Y ese ha sido, precisamen­te, el detonante de las movilizaci­ones en L’Hospitalet. «Todos los fines de semana se peatonaliz­a un gran tramo de la calle de Sants, mientras que la carretera de Collblanc está llena de tráfico. Si Barcelona ha podido cortar una vía tan importante para que los ciudadanos paseen, ¿qué excusa tiene el consistori­o de L’Hospitalet?», lamenta Rubén Casellas, de la Asociación de Vecinos Som Santa

Eulàlia. «Nuestro propio ayuntamien­to nos obliga a ir a otras ciudades si queremos pasear». El consistori­o de L’Hospitalet no ha contestado a la pregunta de este diario sobre si está previsto peatonaliz­ar algunas vías los fines de semana.

La pandemia ha agravado la sensación de «asfixia» que comparten muchos vecinos críticos con el modelo urbanístic­o del municipio. «Somos la ciudad con más densidad de población de Europa y la que tiene menos zonas verdes de toda Catalunya. Eso perjudica nuestra salud y con el covid aún es peor», denuncia Francesc Taberner, de Defensem el Castell de Bellvís. «En la Torrassa, las calles son muy estrechas para pasear, solo circulan los coches», añade este vecino de 81 años que recuerda el barrio de su infancia, lleno de vaquerías, masías y fábricas: «Era la Murcia chica». «En los 80, Sant Josep parecía un pueblecito. Había de todo, comercios locales y árboles preciosos. Todo está desapareci­endo por la especulaci­ón urbanístic­a y la masificaci­ón. No queremos más rascacielo­s, queremos respirar», sentencia Nuria Blanco, de Stop Massificac­ió L’H Cosme Toda.

Tres barrios unidos

El 30 de mayo, los cortes se llevaron a cabo en los barrios de Sant Josep, Collblanc y Santa Eulàlia. Las calzadas se llenaron de actividade­s, conciertos y batucadas. Pero, además, la campaña está sirviendo para impulsar varias luchas vecinales. Defensem el Castell de Bellvís reivindica la rehabilita­ción de la fortaleza medieval, «que se está degradando a marchas forzadas», según Taberner, y el edificio del transforma­dor de la Torrassa, símbolo de la lucha obrera de principios del siglo XX y cuyo terreno colindante es el último que queda sin urbanizar en todo el barrio.

Stop Massificac­ió L’H Cosme Toda reclama «el fin de un aberrante proyecto urbanístic­o que pretende lucrarse a costa de masificar el barrio y sepultar una pieza clave del patrimonio histórico: la antigua fábrica Cosme Toda», denuncia Blanco. Y Som Santa Eulàlia se opone al cierre de la Biblioteca Santa Eulàlia, «decidido por el ayuntamien­to y sin dar ninguna alternativ­a», lamenta Casellas.

«Si BCN corta Sants, ¿por qué no cortar la carretera de Collblanc?», dicen los residentes

 ?? Sergi Conesa ?? Corte en la carretera de Collblanc para pedir la pacificaci­ón de varias calles de L’Hospitalet, el 30 de mayo.
Sergi Conesa Corte en la carretera de Collblanc para pedir la pacificaci­ón de varias calles de L’Hospitalet, el 30 de mayo.

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