El Periódico - Castellano

‘Reservoir Dogs’, vuelve el manifiesto de Tarantino

El filme con el que el cineasta se dio a conocer representó una auténtica sacudida por su violencia y su estructura narrativa. Se repone a partir de hoy en 130 pantallas españolas.

- QUIM CASAS Barcelona

Quentin Tarantino llegó al Sundance Institute con el borrador de

Reservoir dogs bajo el brazo. El recienteme­nte fallecido Monte Hellman, consultor de proyectos en el organismo creado por Robert Redford, lo asesoró y tuteló para que aquel guion adquiriera forma definitiva. Hellman vio de inmediato el potencial que tenía, y no erró.

El también fallecido José Luis Guarner, crítico de cine de EL PERIÓDICO, Fotogramas y La Vanguardia, fue el primero en este país que certificó ese potencial cuando la película llegó a las salas. En su crítica escribía: «Como apenas estamos en el inicio de la nueva década, es prematuro -por no decir improceden­te- declarar cual va a ser el más brillante debut de un director americano novel de los 90. Pero no será fácil que surja otra película del calibre y la fuerza de Reservoir dogs». Guarner tenía más razón que un santo, y si en los 90 hubo un filme que compitiera con

Reservoir dogs, ese no fue otro que el siguiente de Tarantino, Pulp fiction, Oscar al mejor guion y Palma de Oro en Cannes en 1994.

Reservoir dogs también se presentó en Cannes, aunque sin competir. Sí lo hizo en el festival de Sitges. Y ahí ganó los premios al mejor director y guion y la gratitud eterna de Tarantino, que siempre que puede se acerca a Sitges. Así que le damos la palabra al actual director del certamen, Ángel Sala, que recuerda la sensación que tuvo cuando la vio por primera vez: «Me produjo una satisfacci­ón completa porque disfruté su violencia liberadora, pero entendí que a partir de ese momento se tendría que ver la historia del cine americano desde un punto de vista distinto».

Múltiples referencia­s

Ahí estaban las múltiples referencia­s de Tarantino: Sam Fuller,

Atraco perfecto, el cine de acción asiático, la cinta hongkonesa City

on fire… Y, sobre todo, su dinámica y rompedora estructura narrativa: «Creí que sería posible fraccionar la película a través de cada uno de los personajes, pero no de acuerdo con la mecánica del flash back, sino, simplement­e como si fuesen capítulos de una novela que no contemplas­en la continuida­d cronológic­a de la historia».

Estas declaracio­nes pertenecen a una entrevista, de las primeras en España, que le hicieron cuatro críticos de la revista Dirigido por. Uno de ellos era Esteve Riambau, actual director de la Filmoteca de Catalunya: «Vi el filme en el festival de Sitges de 1992. Tarantino acababa de irrumpir en el panorama cinematogr­áfico con un debut que conjugaba provocació­n y clasicismo. Una suerte de

Rashomon filtrado por el cine negro hard boiled. Lo entrevisté junto a Mirito Torreiro en la terraza del Melià. Fue una conversaci­ón intensa y apasionada, repleta de referencia­s cinéfilas». Generación tras generación, Reservoir dogs ha tenido una enorme incidencia. Se lo preguntamo­s a dos cineastas. Javier Ruiz Caldera

(Malnazidos) también la vio en aquel festival de Sitges: «Tenía 16 años y no sabía que me iba a volar la cabeza. Salí aturdido, me pareció una peli gigantesca, inabarcabl­e, casi mitológica». Paco Plaza (Verónica): «Tenía 19 años y en un mundo preinterne­t saqué las entradas para el festival desde un cajero automático en València». Compró la entrada al azar. Tras un fallo durante la proyección, con Tarantino y Tim Roth sentados detrás de él, «pudimos ver el resto de esa película que supuso un terremoto en la

En Sitges ganó en 1992 los premios al mejor director y guion y la gratitud eterna del director

historia del cine como no se había visto quizá desde Taxi driver».

Nos ponemos al habla con dos colaborado­ras de EL PERIÓDICO. Desirée de Fez reconoce: «Llegué a Tarantino con Pulp fiction y después recuperé Reservoir dogs. Las dos películas me entusiasma­ron entonces y me entusiasma­n ahora. Cuando las vi por primera vez sentí que estaba ante un director distinto y me sorprendió, sobre todo, cómo estaban contadas, su peculiar sentido del humor y cómo conjugaba la violencia».

Beatriz Martínez tenía 14 años cuando se estrenó y la alquiló después en DVD: «Por aquella época estaba obsesionad­a con Martin Scorsese y los mafiosos, así que conecté enseguida con esta nueva forma de abordar el género. Era original, ultraviole­nta e inesperada. Recuerdo hacerme un poco de lío con los colores que representa­ban a cada personaje, pero no importaba».

El reparto, lección cinéfila

Jordi Costa, excrítico de El País y actual director de exposicion­es del CCCB, fue otro de los que sucumbiero­n al terremoto: «El reparto parecía toda una lección cinéfila, que apelaba a las fuentes (Lawrence Tierney), reconocía la inflexión

scorsesian­a (Harvey Keitel) y proponía nuevos rostros. Los diálogos rebozaban de erudición pop las piruetas sobre la nada marca Seinfeld y la banda sonora otorgaba una coraza cool a las imágenes.Todo era de segunda mano, pero todo parecía personal e innovador. Fue una película-manifiesto, con fragmentos inmortales (el baile de Madsen) en un todo imperfecto».

Y ahora que vuelve a las salas de cine casi tres décadas después de su estreno, ¿cuál es la percepción

«Supuso un terremoto como no se había visto desde ‘Taxi driver’, recuerda Paco Plaza

«La veo como un ejercicio de estilo impecable», dice Beatriz Martínez

que tienen de Reservoir dogs’? Para Sala, «hoy lo veo como uno de los más equilibrad­os filmes de Tarantino, entiendo más sus claves y referentes y lo disfruto más por ello. Ruiz Caldera: «A día de hoy es una de las que más disfruto, pero ahora sé que es todo lo contrario a lo que pensé en su momento, es una pequeña película de autor». De Fez: «Más de 20 años después me siguen pareciendo extraordin­arias y muy influyente­s las dos primeras de Tarantino». Martínez: «¿Fue importante Reservoir dogs? Mucho. ¿Se podría hacer ahora? No. ¿Me siento próxima a ella? La veo como un ejercicio de estilo impecable, que incluía aspectos que renovaron la narración y el estilo del cine contemporá­neo. El nacimiento de un talento superlativ­o como es Tarantino. Pero creo que ya se la ha reverencia­do demasiado a lo largo del tiempo».

 ?? Mr. Blonde Mr. Brown Mr. White Eddie ?? Chris Penn Tarantino Se reservó el personaje que da más juego en la conversaci­ón de apertura, cuando desgrana su peculiar lectura del ‘Like a virgin’ de Madonna. Michael Madsen Harvey Keitel El más sádico y violento. Mr. Blonde es en realidad Vic Vega, hermano del Vincent Vega / Travolta de ‘Pulp fiction’. Actor adorado por Tarantino, Scorsese y Ferrara, es el líder ‘espiritual’ de la banda. Confiesa al agonizante Mr. Orange su verdadero nombre, Larry. El hijo de Cabot. El menos elegante. En vez del traje oscuro y las gafas, luce un chándal chillón. El hermano de Sean Penn murió a los 40 años.
Mr. Blonde Mr. Brown Mr. White Eddie Chris Penn Tarantino Se reservó el personaje que da más juego en la conversaci­ón de apertura, cuando desgrana su peculiar lectura del ‘Like a virgin’ de Madonna. Michael Madsen Harvey Keitel El más sádico y violento. Mr. Blonde es en realidad Vic Vega, hermano del Vincent Vega / Travolta de ‘Pulp fiction’. Actor adorado por Tarantino, Scorsese y Ferrara, es el líder ‘espiritual’ de la banda. Confiesa al agonizante Mr. Orange su verdadero nombre, Larry. El hijo de Cabot. El menos elegante. En vez del traje oscuro y las gafas, luce un chándal chillón. El hermano de Sean Penn murió a los 40 años.
 ?? Mr. Orange Joe Cabot Mr. Pink Mr. Blue Miramax ?? Lawrence Tierney El que financia el golpe. Tierney, fallecido en 2002, era un hombre duro del cine de los 40 y 50: encarnó a Dillinger, el enemigo público número 1. Tim Roth Eddie Bunker Steve Buscemi Encarna al policía infiltrado, que se pasa el filme desangránd­ose. Compara a quien les paga, Joe Cabot, con La Cosa de ’ Los 4 Fantástico­s’. El discreto. No lo fue Bunker, condenado por extorsión, narcotráfi­co, falsificac­ión y robo a mano armada. Escribió novelas y fue actor de reparto. Al señor Rosa que compone Buscemi se le recuerda por su particular teoría sobre la inconvenie­ncia de dar propinas en los bares.
Mr. Orange Joe Cabot Mr. Pink Mr. Blue Miramax Lawrence Tierney El que financia el golpe. Tierney, fallecido en 2002, era un hombre duro del cine de los 40 y 50: encarnó a Dillinger, el enemigo público número 1. Tim Roth Eddie Bunker Steve Buscemi Encarna al policía infiltrado, que se pasa el filme desangránd­ose. Compara a quien les paga, Joe Cabot, con La Cosa de ’ Los 4 Fantástico­s’. El discreto. No lo fue Bunker, condenado por extorsión, narcotráfi­co, falsificac­ión y robo a mano armada. Escribió novelas y fue actor de reparto. Al señor Rosa que compone Buscemi se le recuerda por su particular teoría sobre la inconvenie­ncia de dar propinas en los bares.

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