El cine español en la ‘era covid’ pisa fuerte en el Festival de Málaga
Desde hoy y hasta el 13 de junio, la 24ª edición del certamen llega con espíritu renovado y heterogéneo, en el que las óperas primas dirigidas por mujeres vuelven a ser protagonistas.
Agustí Villaronga presenta ‘El ventre del mar’, donde habla de inmigración
El Festival de Málaga fue el primer certamen en cancelarse a causa de la pandemia y también el primero en celebrarse tras el confinamiento, el pasado agosto. Todos los ojos de la industria estuvieron atentos a esa edición que sirvió como banco de pruebas y en la que se pusieron en funcionamiento por primera vez muchos de los protocolos que han permanecido vigentes hasta el momento en este tipo de eventos de carácter popular.
Gracias a su celebración se reactivó un sector que se había paralizado durante meses y en el que latía la preocupación y la incertidumbre, y se pudieron presentar algunas de las películas que terminaron marcando el año cinematográfico patrio, como La boda de Rosa, de Icíar Bollaín, Hasta el cielo, de Daniel Calparsoro o Las niñas, de Pilar Palomero, que se alzó con la Biznaga de Oro y más tarde con cuatro premios Goya.
19 filmes a concurso
Ahora, diez meses más tarde, el certamen que dirige Juan Antonio Villar se enfrenta al reto de revalidar los logros de su pasada edición manteniendo la prudencia y la responsabilidad. Para conseguirlo se mantienen todas las medidas implantadas, entre ellas la supresión de la tradicional alfombra roja, además de la reducción del aforo en las sesiones.
La sección oficial a concurso acoge 19 largometrajes españoles y latinoamericanos. Es el primer gran festival de nuestro territorio que estrena películas rodadas durante la pandemia, algunas justo después del confinamiento, por lo que nos encontramos con el estímulo añadido de comprobar cómo será el cine español de la era covid.
Por el momento, podemos celebrar el espíritu heterogéneo de la selección en la que destaca la inclusión de siete trabajos dirigidos por mujeres, algunas veteranas como Judith Colell (15 días) y la mayoría debutantes, una de las señas de identidad del certamen que se ha encargado de impulsar las trayectorias de cineastas como Carla Simón,
Elena Trapé y Pilar Palomero.
Es momento de descubrir a Júlia de Paz Solvas, que tras su paso por la ESCAC presenta una historia de maternidad en Ama; a Carol Rodríguez Colás y sus Chavalas de Cornellà; a Ainhoa Rodríguez y su explosivo retrato en torno a las mujeres de una pequeña localidad rural de Extremadura en Destello bravío y a Macarena Astorga y su universo de terror folk en La casa del caracol.
Entre los nombres consagrados destaca Agustí Villaronga, que presenta El ventre del mar, donde habla del drama de inmigración en la actualidad a partir de un hecho real sucedido en 1816. Además, Dani de la Torre, cambia radicalmente de género y se introduce en una historia de iniciación a lo Cuenta conmigo en Life is life, con guion de Albert Espinosa.
La sombra del covid continuará estando presente en el festival. Los directores de dos de las películas más esperadas no podrán acompañar sus trabajos en Málaga por encontrarse en proceso de recuperación tras las secuelas que les ha provocado el virus. Se trata de Secun de la Rosa, que tras una larga carrera como intérprete y como dramaturgo, debuta con El Cover, la película de inauguración, y de Óscar Aibar, que cuenta una historia de
nazis en la Dénia de los años 80 en
El sustituto.
Fuera de concurso por fin se podrá ver Operación Camarón, la primera película que se pospuso antes del confinamiento y que ha retrasado su estreno casi un año y medio. La clausura correrá a cargo del tándem formado por José Mota y Pepe Viyuela con García y García, comedia dirigida por Ana Murugarren.
La ficción televisiva contará con el estreno de varias series: Ana Tramel. El juego, protagonizada por Maribel Verdú; Lucía en la telaraña, un true crime basado en el asesinato de Lucía Garrido; Paraíso, el Strangers Things hispano de Fernando González Molina para Movistar+ y
Maricón perdido, creada por Bob Pop a partir de su propia vida.