Las empresas urgen la mejora de El Prat y ofrecen contrapartidas
El mundo económico se une por la ampliación del aeropuerto y garantiza «compensaciones generosas» por la afectación de espacios protegidos • Apela al consenso institucional para que Aena invierta 1.704 millones
Unas 200 entidades y organizaciones económicas y sociales catalanas defendieron ayer con argumentos la ampliación del Aeropuerto de Barcelona propuesta por Aena y que debería consolidar el papel económico de la capital catalana en 2030 tras una inversión de 1.704 millones de euros. El empresariado catalán apoyó la inversión del gestor aeroportuario Aena en el marco del consenso institucional, el compromiso de «generosas» compensaciones medioambientales y el control público de la ejecución del proyecto acordado. En el trasfondo del acto, la petición empresarial de que el Govern, dividido, tome una posición clara ante el proyecto de ampliación de manera urgente.
En un acto conjunto organizado por la patronal Foment del Treball en Esade, los asistentes apostaron por acometer las obras de ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas de Barcelona, tras la oposición del Ayuntamiento de Barcelona a la iniciativa de Aena con los votos de los ‘comuns’ de Ada Colau y de ERC. Los empresarios consideran «inaplazable» e «imprescindible» esta obra para «dinamizar la actividad económica generando empleo, atracción y retención de talento e inversión internacional». Las entidades sumadas al manifiesto presentado representan, según afirmó el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, «la práctica totalidad del PIB catalán y 2,4 millones de asalariados del sector privado».
«Apología del decrecimiento»
Para Javier Faus, presidente del Cercle d’Economia, es necesario «centrar esfuerzos» en el aeropuerto de Barcelona, sin menospreciar a los de Reus y Girona, ya que «tres aeropuertos no hacen uno internacional». «No hemos de dejar que la apología del decrecimiento se apodere de la sociedad», dijo, para instar a «afrontar la última ampliación del aeropuerto y dejar a las futuras generaciones una infraestructura adecuada».
Los presidentes de las patronales Pimec y Foment, y la presidenta de la Cambra de Comerç (Antoni Cañete, Josep Sánchez Llibre y Mònica Roca) defendieron una rápida negociación en la mesa propuesta por el Govern que permita alcanzar un acuerdo y se fijen los mecanismos de control que supervisen el cumplimiento de las obras, los plazos y las medidas compensatorias en términos de sostenibilidad.
«Las inversiones en el aeropuerto, sumadas a las inversiones de Renfe en Catalunya, representan un cambio cualitativo y revolucionario en la conectividad de Barcelona», opinó Sánchez Llibre. Sobre esas medidas para contrarrestar las presiones ecologistas, el presidente del RACC, Josep Mateu, defendió la ampliación como imprescindible para competir con otros aeropuertos europeos, pero instó a que Aena afronte «compensaciones generosas» en materia medioambiental .
En el acto también intervino el presidente de Vueling, Marco Sansavini, que en representación de la aerolínea y como principal operador del aeropuerto defendió la necesidad de ampliarlo en el marco de una apuesta general por Barcelona, recordando la necesidad de combinar vuelos de largo radio con los de medio para asegurar la viabilidad futura de la infraestructura. La presidenta de Barcelona Global, Aurora Catà,
Faus insta a evitar «que la apología del decrecimiento se apodere de la sociedad»
consideró la ampliación una «necesidad» para consolidar la capital catalana como nodo de atracción de talento internacional.
Grupos ecologistas y ayuntamientos afectados por la ampliación han mostrado su oposición al proyecto por el impacto medioambiental que tendría. Se alude entre esas consecuencias a la contaminación que supone el aumento del tráfico aéreo, la afectación a la actividad agraria de la zona y el impacto directo en el espacio protegido de La Ricarda, humedal destacable en el tránsito de aves migratorias. En el lado contrario, la obra generaría más de 350.000 empleos directos e indirectos y contribuiría a reducir el impacto acústico al alejar de las zonas residenciales el punto de inicio de despegue de los aviones. El manifiesto presentado en Esade defiende que las obras de ampliación comporten «no solo la restauración, sino la compensación de los espacios naturales afectados en relación de uno a 10, así como la creación de un nuevo espacio natural del delta del Llobregat con una ampliación de la superficie protegida superior al 25% actual».
Según un estudio de la Universitat de Barcelona encargado por Aena, «solo harían falta tres años de actividad normal para que la facturación directamente generada del aeropuerto compensara las inversiones realizadas».