Basta ya de ahogar a la ciudadanía
Hay muchas cosas de mi país que me avergüenzan. Pero creo que hacía mucho tiempo que algo no me avergonzaba e indignaba tanto como la decisión de subir el precio de la luz. Me parece lamentable que se haga negocio con un bien tan necesario como es la luz. Ahora, en mi casa nos tenemos que acostar tarde para poder poner y tender la lavadora sin que se nos vaya medio sueldo en ello. Sueldo para el que tenemos que madrugar al día siguiente.
Me parece vergonzoso tener que mirar el reloj para saber si puedo o no permitirme planchar una camisa antes de salir de casa. Basta ya de enriquecerse gracias a la pobreza de otros. Recordemos que hay gente que sigue en erte, gente que se está recuperando de todo el dinero que ha perdido en este año de pandemia y, por supuesto, gente que sigue perdiendo dinero.
En lugar de invertir en políticas sociales y en subvenciones, nos dedicamos a subir el precio de un bien tan necesario como es la luz. La luz no es un bien de lujo, poder lavar mi ropa no es un lujo. Por favor, basta ya de ahogar al pueblo. Hace tiempo que el agua ya nos ha pasado del cuello, nos aguantamos de puntillas y ya empiezan a doler.
nlas pretensiones independentistas más extemporáneas: están orgullosos de su sedición, no pidieron el indulto, pero tampoco lo pueden rechazar, se les concede en afirmación de la soberanía nacional. Siguen inhabilitados para acceder a un cargo público, y los prófugos permanecen sometidos al imperio de la ley penal.
Lo responsable y lo inteligente es seguir dialogando y acordar; esa es la propuesta del Gobierno.
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