Incivismo en el polígono de Via Trajana
Un lector denuncia que el complejo del distrito de Sant Martí se ha convertido en un estercolero y propone un punto verde en la zona.
«Tengo fotos que demuestran la dejadez por parte de la empresa concesionaria de la limpieza y del ayuntamiento en el polígono Via Trajana. Esto parece del siglo XIX». Así empezaba la dura carta de Eduard Pin Pérez enviada a Entre Todos. Trabaja en una empresa de suministros industriales del complejo y pasa cada día por uno de los puntos negros, situado frente al Bar Restaurante Regino.
Delante del establecimiento, situado en el corazón de este polígono situado en la zona norte del distrito de Sant Martí, hay dos contenedores, uno marrón y uno para la fracción resto. «Solo hay dos contenedores en todo el polígono y la gente se ha acostumbrado a traer aquí todo tipo de residuos. Cables, maderas… Las dejan fuera del contenedor y a veces hay tanta porquería que no se puede ni pasar por la acera», asegura Pin. «El camión de la basura pasa cada día –continúa–, pero deberían emplearse más, coger a mano, porque se va acumulando fuera y es insalubre».
Pin ha trasladado su queja a través de la plataforma IRIS del Ayuntamiento de Barcelona. Han pasado los días, añade, y no ha notado ninguna mejora. Regino Rubio, propietario del bar que lleva su nombre, también se quejó «en su momento» al ayuntamiento y tiró la toalla. De eso hace ya un par de años. «Estoy harto de poner quejas, no nos hacen caso. Sí, pasa la brigada y a los 10 minutos vuelve a estar igual. La gente es muy incívica», .asegura Rubio, quien también tiene otro bar en otro polígono, el de Bon Pastor. «Allí todo está mucho más limpio, y supongo que es porque tienen un punto verde. Allí llevo el cristal y el cartón que genero en los dos restaurantes», añade.
La suciedad imperante afea un polígono pequeño pero relativamente dinámico. «Aquí apenas hay un par de naves vacías, está todo lleno, pero nos tienen olvidados», lamenta Manuel, el conserje de un viejo edificio de siete plantas con talleres y oficinas que prefiere no dar su apellido. En una de las esquinas de su bloque se encuentra otro punto negro. Hace casi dos años se llevaron, asegura, cuatro contenedores para reponer los que fueron vandalizados en Barcelona tras la sentencia del ‘procés’. Nunca más volvieron pero, continúa, «la gente sigue tirando todo tipo de trastos, plásticos y maderas, y con suerte lo recogen cada mes o mes y medio».
EL PERIÓDICO se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Barcelona, que admite que este problema de incivismo existe y es compartido por los polígonos industriales del eje Besòs, como el vecino polígono Montsolís. «Se ha creado una mesa de trabajo para abordar esta problemática en la que participan técnicos del área (de Ecología), Barcelona Activa y distritos afectados, también Sant Adrià de Besòs, para encontrar soluciones conjuntas», aseguran fuentes del consistorio. Se ha hecho pedagogía y se ha reforzado el servicio de recogida de voluminosos, pero no ha sido suficiente, admiten las mismas fuentes municipales, que esperan encontrar «técnicamente» la solución para esta «compleja» problemática.
Una solución factible, coinciden Pin y Regino, sería colocar un punto verde para centralizar la recogida de las diferentes fracciones y gestionar tanto residuos pequeños como voluminosos en Via Trajana. La superficie necesaria, dicen, no sería mucho mayor que la equivalente a dos plazas de aparcamiento. «No pedimos tanto», apostilla el autor de la carta.
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