Mil metros menos de plaza
Un grupo de vecinos del Raval marcan el suelo de la concurrida plaza de los Àngels para mostar cuánto espacio público perderán cuando el Macba crezca. Denuncian la escasez de equipamientos básicos en un barrio que «no necesita acoger más infraestructuras para servir a Barcelona».
La plaza de los Àngels, ante el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (Macba), es el centro neurálgico del Raval, uno de los barrios más pobres de Barcelona y el de mayor densidad demográfica. Ubicada entre la Facultad de Geografía e Historia de la UB, el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) y el convento de los Àngels, cada día la atraviesan sus vecinos para ir, por ejemplo, a la Rambla o a la calle de Joaquim Costa. Es una plaza singularmente viva: por el día está tomada por los skaters; por la noche, por grupos de gente que charla y bebe. La ampliación del Macba, que se hará efectiva en 2023 y tendrá un coste de 5,5 millones, hará que la plaza de los Àngels pierda 908 metros cuadrados de espacio público. Y esto es lo que ayer denunciaron activamente los vecinos del Raval.
«Queremos visibilizar toda la zona verde que perderemos por la ampliación del Macba. Hemos presentado un recurso contra la decisión del ayuntamiento de modificar el plan general metropolitano para calificar esta zona como terreno de equipamiento para el Macba», denuncia Miquel Àngel Lozano, miembro de la Xarxa Veïnal del Raval. Unos 25 vecinos del barrio señalizaron en el suelo, como acto de protesta, todo el espacio que perderá la plaza: casi mil metros cuadrados delante del ábside de la capilla de los Àngels.
Origen del conflicto
Para entender los orígenes de este conflicto hay que volver la vista al centro de atención primaria (CAP) Raval Nord. Tras años de reivindicación de los vecinos y de sus trabajadores para conseguir una nueva ubicación (el centro de la calle de Torres i Amat es muy antiguo y está mal equipado, y la población del Raval, empobrecida, tiene más problemas de salud que la de los barrios ricos), el ayuntamiento y la Conselleria de Salut acordaron el pasado noviembre construir uno en condiciones en la capilla de la Misericòrdia, en la calle de Montalegre, al lado de la facultad de la UB. Pero esta capilla estaba incluida en el plan de usos del Macba de 2014. A cambio de perderla, el museo se quedó la capilla de los Àngels y el convento de los Àngels para ganar espacio. Ahí están los 908 metros cuadrados que, denuncian los vecinos, perderá el barrio.
«Queremos que se haga una reflexión sobre si es necesario que se amplíe el Macba. Este museo se debe relacionar más y mejor con el barrio, sobre todo con los jóvenes. Además, hay museos que no tienen una sede única, están dispersos por la ciudad», justifica Lozano.
Recalificación «fraudulenta»
Los vecinos critican que el Macba ha ganado espacio con lo que consideran una recalificación «fraudulenta» de la plaza del Bonsuccés, calificada como vial, y del entorno del edificio Meier (el del museo), calificado como equipamiento en zonas verdes. «Ambos espacios ya estaban funcionando como espacio libre de uso público», se quejan. Subrayan que, a pesar de la pretendida cesión del ayuntamiento, el vecindario en realidad no sale ganando más espacio público.
El Raval, aclaran en un manifiesto que llevaba por lema La capilla tenía un precio, «no necesita acoger más infraestructuras para la ciudad a la cual ya sirve generosamente», sino «dar respuesta a la escasez de equipamientos para las personas que viven en el barrio». Lozano, por ejemplo, señala que la biblioteca Sant Pau es «demasiado pequeña» y que faltan «espacios verdes». «Queremos equipamientos más de barrio», insiste.
«La pérdida de suelo municipal, así como la anexión de los edificios históricos de la capilla de los Àngels y el convent de los Àngels para uso privativo, necesita una explicación, tanto por parte de los grupos municipales que la han bendecido como del museo», reza el manifiesto.
«Uno de los motivos por los que nosotros queríamos la capilla de la Misericòrdia [para construir el nuevo CAP] era para no quitarle espacio al barrio. En la negociación con el ayuntamiento, el Macba accedió a darnos la capilla, pero se queda esto. Se negoció esta estrategia, pero sigue perdiendo el barrio», dice la médica de familia del CAP Raval Nord Laura Romera.
«¿Es necesario que se amplíe el museo? Hay centros con más de una sede», dicen los residentes Ya han recurrido la modificación del plan general metropolitano que aprobó el consistorio