Despedida
Como todos sabéis, el 1 de agosto inicio una nueva etapa en el FC Barcelona. Y he creído oportuno dar por concluida mi colaboración con EL PERIÓDICO, un espacio del que verdaderamente he disfrutado compartiendo mis opiniones de una forma que he sentido como constructiva, no solo por mi parte, sino también por el feedback que he recibido. Y desde aquí quiero expresar mi agradecimiento al diario y al grupo Prensa Ibérica por esta experiencia que para mí ha supuesto también un interesante aprendizaje.
Sin duda, me ha reconfortado mucho ver cómo los lectores se animaban a debatir de manera sana y animada sobre algunos de los temas que he expuesto y creo, sinceramente, que esa es la esencia del fútbol: un intercambio de pareceres que ayude a sumar y seguir construyendo este deporte en permanente evolución, siempre en positivo. Ese ha sido el espíritu con el que he afrontado las diferentes etapas de mi carrera en varios continentes. La más reciente, en China, con el Shenzhen, con un cuerpo técnico formado por gente muy preparada del más alto nivel que seguirá al frente del equipo, profesionales que me ayudaron a crecer mucho en los últimos años. Siempre es importante rodearte de colaboradores que te ayuden a ver lo que tú no consigues ver.
El Barcelona era la única llamada que me llevaría a coger un vuelo de vuelta antes de finalizar mi contrato en China, no sin antes dejar todo bien organizado y consensuado con los responsables del Shenzhen, a los que siempre agradeceré la confianza que tuvieron en mí para asumir un proyecto ambicioso. Estoy seguro de que el equipo queda ahora en buenas manos. Y eso me da tranquilidad para asumir esta nueva etapa.
Vuelvo a casa tras más de dos décadas en el extranjero y para mí supone una gran ilusión a nivel profesional y personal. En Barcelona está mi familia y, lógicamente, tener la oportunidad de estar cerca de ellos en el día a día es algo de por sí muy emotivo. También regresar al club que dejé hace 25 años, durante los que he ido acumulando retos diferentes en varios países con sus particulares estructuras y conceptos de clubs que me han hecho crecer mucho y ver el fútbol con una panorámica de 360º. Posiblemente escogí un camino difícil, en destinos donde este deporte no era precisamente una prioridad y, si lo era, resultaba bastante complicado convencer a gente para unirse a tu proyecto. Pero también creo que siempre aprendes más de las dificultades que de las facilidades. Y que en la superación de obstáculos está la medida de tus capacidades.
Todo el mundo sabe que supone una motivación enorme regresar a un club muy especial para mí y para mi familia, y afronto este nuevo reto orgulloso y agradecido, con muchas ganas de ayudar, colaborar y sumar. Este es mi último artículo en EL PERIÓDICO, pero antes de despedirme me gustaría agradecer a todos los lectores el tiempo que han dedicado a seguir este rincón. Les deseo mucha salud y que pronto podamos recuperar esa normalidad que tanto deseamos todos.