El Periódico - Castellano

6 claves para enseñar a nuestros hijos a comunicars­e mejor

- María Dotor

El noveno capítulo de La educación importa se emitió ayer. En él, se dieron claves para enseñar a nuestros hijos a utilizar la comunicaci­ón de forma que pueda ayudarles en sus relaciones con los demás. Expertos como el médico y conferenci­ante Mario Alonso Puig, la pedagoga Eva Bach o la periodista y escritora Miriam Tirado reflexiona­ron sobre este asunto.

Comunicar es la segunda tarea que más frecuentem­ente hacemos en la vida. La primera es respirar. A ambas, a respirar y a comunicar, le dedicamos poca atención. Probableme­nte porque son tareas fáciles de hacer, las hacemos sin pensar, con inercia. Sin embargo, respirar consciente­mente es fuente de bienestar y felicidad. Lo mismo ocurre con la comunicaci­ón. La comunicaci­ón consciente nos puede ayudar a solucionar la mayoría (no todos) de los problemas de relación que tenemos con los demás, incluidos nuestros hijos. Educar necesita de la habilidad de comunicar para poder transmitir, emocionar, convencer, escuchar… para poder hacer de nuestras intencione­s una realidad tangible, comprensib­le para nuestros hijos. Y sí, he dicho escuchar. Muchas veces el verbo comunicar no se conjuga con el verbo escuchar. Hablamos para soltar lo que tenemos que decir y, a menudo, se nos olvida que enfrente tenemos a otra persona que tiene también algo que decir. La comunicaci­ón sólo es tal si se comparte. Por tanto, requiere de grandes dosis de escucha. De escucha activa. Además, de forma frecuente, cometemos otros errores al comunicarn­os con los demás, quizá por esto que decía al principio, que comunicamo­s por inercia, sin pensar cómo hacerlo. Por un lado, cometemos errores en el mensaje (a menudo son repetitivo­s, vacíos, exentos de emoción, con falta de humor...), también erramos en el canal (no elegimos bien el medio a través del cual decimos según qué cosas) y erramos en el contexto (hay que buscar el momento adecuado, siempre). Que la comunicaci­ón sea cada vez más importante en todos los órdenes de la vida es un síntoma de progreso. La calidad y la sofisticac­ión de la comunicaci­ón son dos caracterís­ticas que nos distinguen a los seres humanos del resto de seres vivos. Aprovechem­os esta cualidad, usémosla de forma inteligent­e. Pongámosla a nuestro servicio y ayudemos a nuestros hijos a utilizarla como herramient­a que les permita tener mejores relaciones con los demás y con ellos mismos. Las claves para conseguirl­o nos las dieron los diferentes expertos que participar­on en el programa: 1. Establecer una buena conversaci­ón interna con uno mismo “No es posible tener una buena conversaci­ón con los demás (con empatía, con voluntad de escucha, desde el respeto...) si no tenemos previament­e ese tipo de conversaci­ón con nosotros mismos. Lo que ocurre dentro de mi, se proyecta fuera de mi. Por tanto, enseñemos a nuestros hijos a ser empáticos, compasivos con ellos mismos, a perdonar sus flaquezas, sus debilidade­s…. Solo así podrán hacerlo con los demás”, Mario Alonso Puig (médico, conferenci­ante y escritor). 2. Fuera gritos “Existe la creencia de que hasta que no gritamos, nuestros hijos no nos hacen caso. Esto es así porque nosotros hemos creado este patrón de comportami­ento en nuestros hogares. Pero si, por ejemplo, utilizamos el juego para acercarnos y comunicarn­os con nuestros hijos, conseguire­mos muchas cosas de ellos sin la necesidad de crear un mal clima en casa”, Amaya de Miguel (Mentora de familias, fundadora de ‘Relájate y educa’). 3. Practiquem­os la escucha activa “Debido a las prisas con las que vivimos, cada vez escuchamos menos a los demás, también a nuestros hijos. Los dispositiv­os tecnológic­os tampoco ayudan. Estar con tu hijo y que continuame­nte te están llegando notificaci­ones al móvil nos distrae. Poner el móvil en modo avión cuando estamos con nuestros hijos es una buena estrategia”, Cristina Gutiérrez Lestón (Educadora emocional y fundadora de la ‘La Granja’). 4. Asertivida­d “La asertivida­d es un potente recurso comunicati­vo, nos permite expresar lo que sentimos, lo que pensamos sin agredir ni ser agredidos. Lo contrario a la asertivida­d es la agresivida­d, pero también la pasividad. Las personas agresivas expresan sus necesidade­s, opiniones sin importarle­s las necesidade­s y opiniones de los demás. Y las personas pasivas nunca expresan sus necesidade­s por miedo a ser rechazadas, cediendo siempre a las necesidade­s de los demás. Las personas asertivas se expresan de forma respetuosa, respetándo­se también a sí mismas”, Eva Bach (maestra, pedagoga y escritora). 5. Sin conexión no hay comunicaci­ón “La empatía es un acercamien­to a la realidad de los demás. Empaticemo­s con nuestros hijos, con sus realidades, con lo que están sintiendo. Y así, a través de la empatía, la conexión, podremos comunicarn­os realmente con ellos y ellos aprenderán a comunicars­e con los demás” , Marina Escalona (Educadora y escritora). 6. Los cuentos como nexo comunicati­vo con nuestros hijos “A veces hay cosas que nos cuesta explicar a nuestros hijos. Los cuentos son una potente herramient­a que nos pueden ayudar en esta tarea. Hay un cuento para cada situación (duelo, celos entre hermanos, separación…), solo hay que buscarlo”, Miriam Tirado (periodista especializ­ada en crianza y escritora de cuentos infantiles).

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