Guardiola arropa a Koeman
No tiene dudas el técnico del City. Cree que Laporta, con quien coincidió en un torneo de golf en el club mallorquín de Pula, acierta al ratificar a su «amigo Ronald». Él se queda en Manchester, donde tiene contrato por dos años más.
En Son Servera, alrededor de los cuidados greens del club de golf mallorquín de Pula, se encontraron el domingo por la noche Pep Guardiola, técnico del Manchester City, y Joan Laporta, presidente del Barça. Llevaban meses escuchándose pero no viéndose cara a cara. Hablaron de todo y, especialmente, de una persona que no pudo acudir al Legends Trophy que arrancó ayer porque viaja a Portugal para preparar la boda de su hijo Tim. Hablaron Pep y Jan del Barça, poniendo el foco en la continuidad de Ronald Koeman, el técnico que escogió Bartomeu hace 10 meses, justo tras la ruina del 2-8 de Lisboa. El técnico que se continuará sentando en el banquillo del Camp Nou. Desde hace menos de una semana es ya oficialmente el técnico ratificado por Laporta. «Ronald merece seguir, es una buena noticia que continúe», certificó ayer Guardiola con alegría.
Estaba feliz el técnico del City de que su amigo pueda tener una segunda oportunidad tras ese turbulento período de reflexión que abrió y cerró Laporta en menos de 15 días. Un período que abocaba inicialmente a la ruptura de relaciones, aunque terminó, al final, con la decisión «por unanimidad de la junta» de respetar el contrato del neerlandés. Pero no hubo foto oficial que avalara ese pacto ni tampoco promesa alguna de ampliar el contrato un año más sino
que queda sometido al escrutinio diario de los resultados, algo que no importa al neerlandés, ni tampoco al propio Guardiola, consciente de que esa es la única ley imposible de eludir por los técnicos.
La cita con Jan
«Soy muy amigo de Ronald y estoy muy contento de que el presidente lo haya hecho así», admitió el técnico del City. «Hablé con Laporta y sé que está convencido de la decisión», indicando que el entrenador del Barça también entiende ese período de reflexión que se tomó el dirigente, aunque lo gestionara mal como luego él mismo reconoció. «Ronald entiende perfectamente que, tras el final de Liga, todo el mundo necesitaba unos días o semanas para tomar la mejor decisión. Pero, al final, hablando se han encontrado y seguirá siendo el entrenador del Barça», apuntó su colega y amigo.
En esa cita, que se realizó el domingo por la noche, antes de iniciarse el torneo, y que continuó ayer (participaron tanto Laporta como Mateu Alemany, el director de fútbol del Barça, en esa cita golfística), se analizó con Guardiola el nuevo escenario del club. Al ser preguntado si se había planteado retornar al Camp Nou, mantuvo un prudente silencio antes de ampararse en el documento legal. «Yo tengo dos años más de contrato y estoy muy contento en Manchester»,
subrayó Guardiola, quien lo último que haría sería traicionar a un viejo amigo como Koeman, a quien deseó arropar y proteger tras un tumultuoso primer año, convencido, además, de que la llegada de Jordi Cruyff al organigrama de fútbol, aún sin cargo concreto, fortalecerá al entrenador.
«Ronald se merece tener gente en el estadio. En épocas del año, el Barça ha jugado muy bien, muy bien. Diría que ha hecho el mejor fútbol de España, pero la Liga es la regularidad y, al final, se la llevó el Atlético», recalcó el entrenador del City, quien aprovechó para recordar que el viernes pasado ganó con su hijo Màrius a Koeman y su hijo Ronald Koeman Jr en una mañana en el Club de Golf Vallromanes, previa a su cita mallorquina de esta semana. «Los segundos años suelen ser mejores que los primeros. Él tiene por la mano al equipo, lo tiene más cogido, ya se conocen más», afirmó Guardiola.
Del 3-5-2 al 3-4-3
Tras elogiar los fichajes del Kun Agüero y Èric García, ambos procedentes de su Manchester City –«son un acierto total, Kun es un gran goleador y Èric es una joya de noi, será uno de los capitanes del Barça en la próxima década», dijo–, quiso fortalecer el técnico del City a Koeman. Lo había hecho antes desde el plano emocional y ahora, además, incorporaba la mirada táctica a las decisiones que tomó en su primer año sin tener las piezas que reclamaba.
«Cuando Ronald cambió a defensa de cinco, aunque en ataque se convierte casi en 3-4-3, con mucha gente por delante de la pelota, jugaron muy, pero que muy bien», indicó Guardiola en un guiño cruyffista hacia Koeman, que no es tan fundamentalista como él, pero sí posee la esencia que pedía Laporta en esas charlas donde descubrió, más por necesidad que convicción, que no tenía más remedio que seguir con «el entrenador que nos encontramos». Ahora es, sin embargo, su entrenador. «Si pierde partidos estará debilitado y si juega como buena parte de esta temporada estará reforzadísimo», afirmó Guardiola.
«Ronald se merece un año con gente en el estadio. El Barça jugó muy bien buena parte de la temporada»
«Hablé con Laporta y sé que está muy convencido de la decisión. El segundo año suele ser mejor»
PEP GUARDIOLA TÉCNICO DEL CITY