Bartomeu gastó 600.000 euros en la auditoría
El exresponsable jurídico y el exdirector general del Barça declararon como imputados sobre el elevado coste de la auditoría exculpatoria.
El exconsejero delegado del Barça, Òscar Grau, y el exresponsable del servicio jurídico, Román Gómez Ponti, declararon ayer ante la jueza del caso Barçagate que el entonces presidente de la entidad, Josep Maria Bartomeu, fue quien ordenó «directamente» la contratación del grupo empresarial Nicestream, donde figura I3Ventures, para la monitorización de los comentarios que pudieran salir sobre el Barça en las redes sociales, aunque recalcaron que desconocían que se habían creado perfiles falsos para difamar a opositores a su junta directiva y a futbolistas del propio club. La entidad llegó a pagar 2,3 millones durante tres años por este servicio.
Durante el interrogatorio de Gómez Ponti, que como Grau declaró en calidad de imputado, sacó a relucir algo hasta ahora desconocido y es que el Barça desembolsó 600.000 euros por la auditoría exculpatoria encargada a PricewaterhouseCoopers (PwC).
Grau admitió ante la togada no solo que fue Bartomeu quien encargó la contratación, sino que precisó que una orden de presidencia no se discutía. Bartomeu encargó fichar a esas empresas después del referéndum del 1 de octubre de 2017. Los contratos los ejecutó, según Grau, Jaume Masferrer, mano derecha de Bartomeu. Masferrer mantuvo los contactos con Carlos Ibáñez, el administrador del grupo empresarial. Estos dos últimos están también imputados.
Tanto Grau como Gómez Ponti, investigados por presunta corrupción en los negocios y administración desleal, negaron que se fraccionaran los contratos para escapar del control de otros organismos del club. Sin embargo, el exasesor jurídico del Barça, por el que pasó todos los contratos, sí que admitió que la segunda temporada se dio cuenta de que el 80% u 85% de los contratos tenían el mismo objetivo, aunque los siguió validando.
Gómez Ponti, a preguntas de un abogado, desveló lo que hasta ahora había sido casi un secreto y es lo que pagó el Barça a PwC por la auditoría que exculpaba al equipo de Bartomeu de las presuntas irregularidades en la contratación de esos servicios. El club desembolsó 600.000 euros por ese informe cuestionado por los Mossos d’Esquadra durante su investigación. Fuentes jurídicas estiman que esta es una cantidad desorbitada.
Gómez Ponti se refirió también a la compliance officer (responsable de prevención de delitos), Noelia Romero, que fue despedida por Bartomeu mientras estaba investigando las presuntas irregularidades en los contratos bajo sospecha. En su opinión, este departamento era un desastre.