El Periódico - Castellano

«La lengua aragonesa está en una situación crítica»

- ERNEST ALÓS

Jorge Pueyo es un joven abogado, originario de una de las localidade­s que mantienen viva la lengua aragonesa, Fonz (Huesca). Su noticiario en Twitter en aragonés lo ha convertido en un fenómeno en las redes sociales, y atraído simpatía e interés desde comunidade­s vecinas como Catalunya y Valencia. — Hay gente que ha descubiert­o la existencia de la lengua aragonesa con usted. ¿Exagero si digo que muchos creían que el aragonés era lo que hablaba Marianico el Corto?

— Tal cual.

— Explíquele­s qué es.

— El aragonés es una lengua romance, igual que el catalán o el occitano, que viene del latín, con tres dialectos principale­s, occidental, central y oriental. Una de las cosas que ha triunfado es que como hablo aragonés oriental, ribagorzan­o, la gente del País Valenciano y Catalunya lo entiende, siente propio ese patrimonio y eso ha facilitado la comunicaci­ón. [Como muestra, el contenido del tuit fijado en su cuenta: «Pa tota la chent que me sigue i que mai ha sentiu l’aragonés, i en concreto el ribagorzan­o, tos dixo part d’un reportache que me fa especial gozo».

— Y la situación de la lengua...

— El aragonés tiene 9.000 hablantes [contexto: la cuenta de Twitter de Pueyo, íntegramen­te en aragonés, tiene 12.800 seguidores] y cada día baja más. No es lengua cooficial, está en la misma situación que el asturiano, la diferencia es que ellos tienen una academia de la lengua desde hace 40 años y nosotros la tendremos... en cosa de un mes. ¡Teníamos una ley de lenguas que la llamaba Lapapipa (lengua aragonesa propia del área pirenaica y prepirenai­ca de aragonés) para no decir aragonés, igual que al catalán le llamaba Lapao (lengua aragonesa propia del área oriental) para no llamarle catalán! El aragonés se enseña en centros y asociacion­es y de forma voluntaria en escuelas de lugares del Pirineo que se declaran áreas de uso del aragonés, como Sos, Benasque, Aínsa, Graus...

— ¿Pero realmente hay conciencia de que se trata de una lengua, no de un conjunto de hablas locales?

— En esa comunidad tan chica quizá por eso el noticiario ha tenido éxito, porque gente de muchos lugares ha visto que entendía lo que decía. Hasta hace poco partimos de la base de que se hablaba benasqués, foncense, grausino... si conciencia de comunidad lingüístic­a.

— Al margen de volumen: la clave es si la lengua se transmite de padres a hijos. ¿En qué fase están?

—Tenemos dos problemas. La transmisió­n intergener­acional –la gente de mi pueblo que habla aragonés, si se casa con uno de Monzón, ya le hablan castellano al hijo; estamos en una situación crítica. Y la diglosia; la lengua de cultura y de relación con la Administra­ción es el castellano, se entiende que es para las cosas serias y que tú hablas una lengua folclórica. Es una situación triste.

— A veces intuyo por las redes tensión entre un par de corrientes que cuesta identifica­r. ¿Me sitúa?

— No son dos, hay cuatro posiciones sobre cómo lograr un aragonés estándar. En los 70, el Consello d’a Fabla Aragonesa creó un modelo con afán de diferencia­ción, con la palabras más rara que encontraba­n. Aunque el 90% dijera auto, si en dos pueblos al lado de Francia, decían

botura, pues botura. Hacia 2004, la Sociedad de Lingüístic­a Aragonesa opta por un modelo más unido al romance medieval y valora el ribagorzan­o, el que tiene más hablantes con diferencia. El Estudio de Filología Aragonesa es otra rama a partir de la primera, y la última, la del Gobierno de Aragón, que busca un consenso. Parece un chiste, pero llamaron a un asturiano, un francés, un inglés, filólogos importantí­simos, que llegaron a un acuerdo... sin consenso.

— No pinta bien.

— Esto es lo que tiene que debatir la academia. La fabla es como se ha conocido al aragonés desde los 70 años, como al asturiano se le decía bable porque balbuceaba­n. Es peyorativo. Y ese modelo unificado no es apto para los hablantes.

— En Catalunya está recibiendo mucho feedback.

— Lo que me hace más ilusión es cuando dicen que al escucharme recuerdan cómo les hablaban sus abuelas. Que era la lengua que oían de sus abuelos y no la habían vuelto a oir... Creo que Barcelona igual es el lugar del mundo donde hay más hablantes del aragonés, por la emigración. Y en Valencia están flipando también, hay historiado­res que están redescubri­endo el papel de lo aragonés en su origen.

— Bueno, eso tiene una connotació­n política clara.

— El blaverismo de Valencia me tiene frito. Que si digo País Valencià, que si... Bueno, entre unos y otros...: si yo solo quiero hablar aragonés, ¡que yo estoy aquí para lo mío!

— Usted está en la Chunta Aragonesis­ta. ¿Qué política lingüístic­a reclaman?

— Hacer el catalán oficial en las comarcas orientales donde se habla y el aragonés, en todo Aragón. O en su territorio histórico. Aunque se tiene que considerar que el aragonés ha ido reculando pero ha dejado una cantidad asombrosa de expresione­s en lugares como los Monegros, en los gitanos de Monzón, en la misma Zaragoza... Tenemos que olvidar eso de las palabricas de mi pueblo: allí hace 100 años se hablaba aragonés .

— Ha explicado algunas anécdotas de rechazo al aragonés que en Catalunya serían propias de los años más negros.

— Hace solo 10 años dije Vai, nino. Y la profesora de inglés que eso era una paletada. Tenía 17 años, me fui de clase y delante de todos la maestra no dijo que si me iba tenía un cero. Después me felicitó... pero en privado. En la guardería de Fonz le dijeron a un niño que qué mal que hablaba, que necesitaba un logopeda. Porque dijo badallar. Estas mierdas nos las hemos encontrado cada día. El noticiario también sirve para eso. Lo hice para compartir contenido en aragonés en las redes sociales, que la gente pueda vivir en aragonés, que los que lo están aprendiend­o lo puedan oír, difundir un poco la lengua...

— Aragón tiene un problema con lo propio?

— La lengua es cultura, riqueza, y cuanta más tengas, mejor. La gente que solo entiende una cultura única y le tiene miedo a una cultura compleja se está perdiendo mucho. Desde hace 300 años que entró la cultura castellana arrambland­o con todo ha habido falta de autoestima. Aragón tiene una lengua propia: no, tiene tres. Lo que no ha tenido es una burguesía que haya defendido lo suyo.

«Tenemos dos problemas: la transmisió­n intergener­acional y la diglosia. Es una situación triste» «Creé mi noticiario en aragonés para difundir un poco la lengua»

« Aragón tiene una lengua propia; ¡no, tres!»

 ?? El Periódico de Aragón ?? Jorge Pueyo, en Zaragoza.
El Periódico de Aragón Jorge Pueyo, en Zaragoza.

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