El padre de Tenerife tenía planeado cómo matar a las niñas, según la jueza
La magistrada cambia la orden internacional de detención contra el padre de las dos niñas de Tenerife. Pasa de delito de sustracción menores a dos delitos por homicidio.
Tomás Gimeno, el padre desaparecido en Tenerife desde el 27 de abril junto a sus hijas Anna y Olivia, presuntamente habría dado muerte a las niñas en su finca de Igueste de Candelaria en un plan preconcebido que perseguía el objetivo de provocar a su ex pareja el mayor dolor que pudiera imaginar. Así lo expresa en un auto la magistrada titular del Juzgado de Primaria Instancia e Instrucción número 3 de Güímar a cargo de la instrucción de unas pesquisas que mantienen en vilo a la sociedad española y, sobre todo, a la canaria.
En el texto jurídico, la jueza da por hecho que cuando el padre lanzó al agua el cuerpo de Olivia, que fue localizado el pasado jueves a más de mil metros de profundidad, esta ya habría fallecido. También concluye que la otra hermana, de 1 año de edad, habría corrido las misma suerte que la mayor, a pesar de que Anna sigue desaparecida. Según la prueba practicada, Gimeno las mató, envolvió sus cuerpos en toallas y en bolsas de basura, los metió en bolsas de deporte y luego las lanzó al mar sujetas a una cadena, un cabo y un ancla. La autopsia practicada al cuerpo de Olivia, de 6 años, concluye que falleció por un edema aguda de pulmón, que lo habría provocado una intoxicación por envenenamiento respiratorio, según explicó a Efe el vicepresidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Germán Peces-Barba.
Celos y vejaciones
Según el auto, Beatriz Zimmermann y Tomás Gimeno se separaron hace un año y, desde ese momento, Tomás mantuvo de forma constante hacia Beatriz un trato vejatorio y denigrante, dirigiéndole a diario comentarios descalificativos, ofensivos y ultrajantes, en particular enfocados a menospreciarla por haber rehecho su vida con una nueva pareja, manifestando además, de forma reiterada, que no toleraba que compartiera momentos con sus hijas.
El 27 de abril, Tomás acordó con Beatriz pasar la tarde con sus hijas, lo que implicaba recogerlas hacia las 17.00 horas y llevarlas de nuevo a casa a las 21.00 horas. Esa tarde, Tomás entregó a la que hasta ahora era su pareja un estuche , pidiéndole que no lo abriera hasta más tarde. Ella abrió poco después el embalaje, que contenía un fajo de dinero por importe de 6.200 euros y una carta de despedida. El progenitor llevó a sus hijas a extraescolares, siguiendo la rutina, y a las 19.30 horas va a su casa en Igueste de Candelaria. Presuntamente, en dicha finca Tomás dio muerte a sus hijas y las carga en su coche. A las 21.05 horas, Tomás llamó a Beatriz y le dijo que iban a comer algo con las niñas y que las dejaría más tarde en casa. Sin embargo, poco antes de las 21.30 horas Tomás regresó hasta la Marina y poco después zarpó con la embarcación. A las 21.50 horas Beatriz llamó de nuevo a Tomás, quien le comunicó que ya estaba fuera de la isla con las niñas. Poco después, le telefoneó de nuevo y Tomás le dijo que ya no iba a ver ni a las niñas ni a él, que se iba con ellas y que iba a empezar una nueva vida. La madre volvió a llamar al presunto asesino desde unas dependencias de la Guardia Civil.
Arrojadas al mar
Cuando ya estaba suficientemente alejado de la costa y sobre una zona que conocía profunda, hacia las 22.30 horas, Tomás arrojó al mar desde su barco las bolsas de deporte que contenían en cuerpo sin vida de su hija Olivia y presuntamente el de su hija Anna, ambas amarradas a un ancla por medio de una cadena y un cabo, quedando las bolsas, junto al ancla, depositadas al fondo del mar.
A las 22.30 horas, Tomás volvió a llamar a Beatriz, llegando a decirle que él no podía permitir que sus hijas crecieran sin su padre. Poco después vuelve a puerto, debido a, presuntamente, problemas con la batería de su móvil. Allí le multa la Guardia Civil por saltarse el toque de queda, entonces todavía vigente. A las 00.27 horas, Tomás regresó de nuevo a su barco y zarpó por última vez. Durante la madrugada, el presunto asesino realiza varias llamadas, tanto a Beatriz como a su familia, despidiéndose y legando varias de sus pertenencias. El último mensaje lo remitió a las 02.27 horas.
A las 17.37 horas del 28 de abril, su barco fue localizado en el mar vacío y a la deriva a la altura del Puertito de Güímar. Durante su remolque hasta el puerto de Santa Cruz fue localizado flotando en el mar el maxi cosi de Anna.
La magistrada ha pedido que la causa pase a manos del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Santa Cruz y ha alterado la orden internacional de busca y captura, ahora por dos delitos de homicidio.
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