Susto en la Eurocopa
El danés Eriksen se recupera en el hospital tras derrumbarse en pleno partido
Preparados como estábamos para una Eurocopa de sobresaltos en forma de positivos, la vida siempre encuentra la forma de dar sorpresas. O sustos, como el que ayer dio el danés Christian Eriksen, que se derrumbó en pleno partido contra Finlandia y tuvo que ser evacuado en camilla tras recibir durante 10 minutos masaje cardiaco sobre el césped. Una secuencia espantosa, el jugador inmóvil y con la mirada perdida, a la que el mundo asistió en directo por televisión y su hermana desde la grada. Una hora después se supo que Eriksen estaba despierto y estabilizado en el hospital, y tras mantener una videollamada con sus compañeros incluso se reanudó el encuentro, pero el fútbol contuvo la respiración durante una hora que se hizo eterna.
El centrocampista del Inter, de 29 años, se desvaneció a tres minutos del descanso sin que mediara ningún golpe, y sus compañeros enseguida se dieron cuenta de la gravedad. Delaney fue el primero en acudir para colocarle de lado y evitar que se atragantara, mientras el pánico se instalaba en los rostros de los futbolistas: manos a la cabeza, caras tapadas, desesperación, incluso llantos.
Las aficiones (casi 16.000 espectadores en el Parken de Copenhague) lloraban y rezaban, tanto los de rojo, mayoría, como los de azul. La hermana de Eriksen, ataviada con su camiseta, bajó espantada de la grada al césped, donde Schmeichel y Kjaer trataban de tranquilizarla y consolarla.
La dedicatoria de Lukaku
La tensión de los primeros instantes dio paso a un silencio estremecedor cuando las asistencias empezaron a practicar masaje cardiaco al jugador. Un minuto, dos, tres... Los daneses , impotentes, hicieron una pantalla para evitar que se viera la intervención médica por televisión. Lukaku, por ejemplo, lo contempló atónito desde el vestuario de Bélgica antes de su partido contra Rusia, en el que luego dedicó un gol a su compañero de club: «Chris, Chris, I love you!», dijo a una cámara.
El arbitro dio finalmente por suspendido el partido y mandó a los jugadores a los vestuarios, pero los daneses solo lo hicieron para flanquear la camilla de su compañero, tapada con lonas, mientras era evacuado del campo con una mascarilla de oxígeno, lo que no dejaba de ser una buena señal, y aparentemente despierto.
Tras media hora de incertidumbre, las buenas noticias se fueron sucediendo. La UEFA anunció que Eriksen estaba «estabilizado» y la federación danesa añadió que «despierto». Poco después se supo que había podido hablar con su mujer en el hospital e incluso por videollamada con sus
compañeros. El anuncio de que el partido se reanudaría, no exento de polémica, fue también un alivio por lo que significaba. Se jugó «a petición de los jugadores de ambos equipos», según destacó la UEFA para anticiparse a las críticas.
«Momentos como este ponen todo en la vida en perspectiva», dijo el presidente de la UEFA,
La hermana del jugador, presente en la grada, saltó al césped ante la gravedad del caso
Aleksander Ceferin. «Deseo a Christian una recuperación rápida y completa. En estas situaciones, la unidad del fútbol es muy fuerte. He escuchado a fans de los dos equipos corear su nombre. El fútbol es bello y así lo juega él».
Muchos precedentes
El desvanecimiento de Eriksen evocó inevitablemente otros incidentes vividos en un campo de fútbol. Como el de Antonio Puerta, que se retiró del césped del Pizjuán por su propio pie pero que murió tres días después en el hospital. O el del camerunés Marc-Vivien Foé, reanimado sin éxito durante más de 45 minutos sobre el césped en un duelo contra Colombia, o el del húngaro Miklós Feher, fallecido durante un partido del Benfica.
En cambio, Rubén de la Red sobrevivió a una situación similar a la de Eriksen en un partido de Copa en Irún, aunque truncó su carrera. Más extraordinario aún fue el caso de Fabrice Muamba, que estuvo «efectivamente muerto» durante 78 minutos tras sufrir un paro cardiaco durante un partido del Bolton. «Por favor, Dios», tuiteó el ex futbolista anglocongoleño durante el trance de Eriksen.
Viictoria finesa
Dinamarca no le pudo dedicar el triunfo a su estrella. Finlandia, que debutaba en una fase final, marcó en su único disparo y su portero, Hradecky, incluso detuvo un penalti con el que el árbitro quiso homenajear a Eriksen. Para Finlandia también fue un día inolvidable.