Las primarias en Andalucía abren el ciclo de cambios en el PSOE
Sánchez se juega mucho en el duelo entre Díaz y Espadas La previsión es que gane el alcalde de Sevilla, pero por escaso margen.
Todo el PSOE mira al sur. A las primeras primarias con urnas para elegir al candidato a la Junta de Andalucía. Un proceso inédito que encara su recta final y que concluirá hoy. Al menos, en primera ronda, porque si ninguno de los tres candidatos logra el 50% de los sufragios habrá una segunda vuelta el día 20. Los pronósticos internos indican que ganará Juan Espadas, el alcalde de Sevilla, aunque con muy poco margen sobre su principal rival, Susana Díaz, la secretaria general de la federación socialista más potente. Mientras que el tercer aspirante, el economista Luis Ángel Hierro, no tiene opciones.
Pero esas cuentas no son, ni mucho menos, las tablas de la ley. No solo porque los partidarios de la expresidenta de la Junta son «moderadamente optimistas» e insisten en que ella ha ido creciéndose durante la campaña y en que por tanto puede imponerse al regidor hispalense. También porque la competición se percibe, en Andalucía y en el conjunto del PSOE, muy reñida. Gane quien gane, será por una ventaja muy corta.
En la dirección federal no hay dudas de que Espadas vencerá (con en torno al 55% de los votos), y esperan que le baste una sola ronda para triturar definitivamente a Díaz.
Algo que no garantiza tampoco la victoria del alcalde, puesto que ella no ha desvelado si cederá las riendas del PSOE-A en caso de derrota (Ferraz podría apartarla y nombrar una gestora). Tampoco ha desvelado si está incluso dispuesta a competir por la secretaría general del partido a finales de año, en el congreso autonómico que sucederá al federal.
Un triunfo de Espadas concedería a Pedro Sánchez las llaves de la federación más poderosa, con 45.374 militantes, y le otorgaría el control casi absoluto del PSOE. Pero si es Díaz la que se impone, su autoridad se verá mermada: a un derrumbe electoral -las madrileñas del 4-M- habría seguido una bofetada de las bases socialistas, y eso le debilitaría frente a la derecha.
Maratón de congresos
De cualquier modo, Andalucía solo es la primera parada. El arranque de un ciclo de cambios en el PSOE. A las primarias en el sur sucederá el 40º Congreso Federal, que se celebrará entre el 15 y el 17 de octubre en València. Y, tras él y en cascada, los cónclaves autonómicos -todos habrán de cerrarse antes del 31 de diciembre-, y los provinciales, locales y de distrito. Sobre el 40º Congreso hay todavía pocas pistas. Sánchez trabaja con la idea de reducir la ejecutiva -la actual tiene 47 miembros-, y de conferirle un mayor empaque político. Lo único que se da como bastante seguro es que su núcleo duro no cambiará. A su lado continuarían Adriana Lastra, José Luis Ábalos, Carmen Calvo y Santos Cerdán.
En las federaciones, más allá de Andalucía, habrá cambios, pero también continuidad. Ferraz no prevé «tocar nada» en las comunidades donde hay gobierno. Es decir, que los presidentes Ximo Puig (Valencia), Guillermo Fernández Vara (Extremadura), Emiliano GarcíaPage (Castilla-La Mancha), Javier Lambán (Aragón), Adrián Barbón (Asturias), María Chivite (Navarra), Francina Armengol (Baleares) y Ángel Víctor Torres (Canarias) seguirán. En La Rioja está por ver si disputa el liderazgo la presidenta, Concha Andreu. En Cantabria continuará el vicepresidente regional, Pablo Zuloaga. Tampoco serán removidos Diego Conesa en Murcia y Luis Tudanca en Castilla y León, confirman fuentes de Ferraz.
La pugna orgánica se concentrará en Madrid y Galicia. Sánchez milita en el PSOE-M, pero ya ha trasladado que no pretende señalar un favorito para que la federación «busque su espacio» sin interferencias. Además de Juan Lobato, portavoz adjunto en la Asamblea, podría postularse un alcalde (el más destacado es Javier Ayala, el de Fuenlabrada). La nueva delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, no piensa competir.
En Galicia, la dirección de Sánchez se halla «en un proceso de escucha». Al secretario general, Gonzalo Caballero, podría enfrentarse una alternativa que se está nucleando en torno al presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso. En Euskadi, la líder del PSE, Idoia Mendia, podría no repetir y todo apunta a que la sucedería el portavoz en el Parlamento de Vitoria, Eneko Andueza.
El líder socialista renovará su ejecutiva, pero no tocará a los barones que están gobernando