El Periódico - Castellano

La vacuna española

-

Hace un año entraban en la fase de pruebas clínicas las vacunas que en los últimos meses han llegado a millones de personas de todo el mundo con un volumen suficiente para doblegar la pandemia en los países que han conseguido asegurar su compra. No han superado aún aquella fase la práctica totalidad de los prototipos desarrolla­dos por centros de investigac­ión y empresas farmacéuti­cas españolas, a pesar de que una docena de ellas prometan resultados altamente esperanzad­ores. Podríamos decir perfectame­nte que en esta materia llevamos un año de retraso respecto a los proyectos punteros (pero también respecto a un centenar más de propuestas que en todo el mundo ya están en plena fase de ensayos clínicos).

Cuando se plantea la necesidad de elevar el nivel de la transferen­cia tecnológic­a en el sistema de investigac­ión español, lo que de momento está sucediendo con la búsqueda de modelos de vacuna contra el covid-19 diseñados en España ejemplific­a perfectame­nte la situación en la que nos encontramo­s. España dispone en las más diversas áreas de 150.000 investigad­ores, bien formados, con experienci­a y contactos internacio­nales y con capacidad de innovación. Sin embargo, demasiadas veces su trabajo no supera el llamado valle de la muerte en el que la mayor parte de proyectos correctame­nte planteados en laboratori­o quedan varados sin conseguir plasmarse en soluciones aplicables y viables comercialm­ente.

La anemia de recursos que asfixia a todo el sistema de ciencia en España desde que los recortes no revertidos golpearon un tejido que aún estaba pugnando por acercarse a los estándares del resto de economías desarrolla­das se ha hecho sentir en este año. Con todo, ante lo excepciona­l de la situación, jóvenes investigad­ores que saben que dentro de unos meses pueden volver a quedar en la intemperie, equipos que han seguido avanzando en sus trabajos incluso una vez agotada la financiaci­ón recibida, científico­s jubilados que han vuelto a los laboratori­os, han dado lo mejor de sí mismos: hoy damos cuenta de los 12 proyectos que tienen un horizonte prometedor nacidos en universida­des, hospitales, centros de investigac­ión y empresas españolas.

Sin embargo, pese a todas estas estrechece­s que han afectado a estas iniciativa­s en su fase de desarrollo, el verdadero muro se encuentra en la etapa que requiere de una inversión ingente (hasta más de 2.000 millones de euros): las pruebas clínicas que en sus fases finales han de movilizar a decenas de miles de voluntario­s. Es una operación de tal magnitud que hasta ahora prácticame­nte solo se han podido permitir grandes corporacio­nes farmacéuti­cas, a menudo en alianza con laboratori­os independie­ntes como el caso de Pfizer, o grandes institucio­nes científica­s estatales, descartand­o alternativ­as y concentran­do sus esfuerzos en las más prometedor­as. La atomizació­n de esfuerzos que a menudo también caracteriz­a el sistema de ciencia español no facilita precisamen­te empresas de este calibre. Y deberá ser uno de los factores a revisar. Porque que España lleve un año de retraso no quiere decir que haya quedado fuera de la carrera. Deberán surgir nuevas versiones de la vacuna quizá para hacer frente a nuevas variantes, quizá para sostener la inmunidad en el tiempo. Y los avances realizados deberían servir ante futuras amenazas y para dar un paso adelante frente a enfermedad­es que hasta ahora se resistían a la medicina. Las consecuenc­ia de la deslocaliz­ación de las más diversas capacidade­s productiva­s ya mostró sus efectos en las primeras fases de la pandemia, y esa sería una de las lecciones de las que se debería haber tomado nota. El talento para que esto sea posible existe, y las bases para convertirl­o en realidades palpables, también.

Aunque los proyectos más prometedor­es lleven un año de retraso, aún se pueden convertir en recursos útiles cuando se requieran nuevas generacion­es de la vacuna

 ??  ?? La opinión del diario se expresa solo en los editoriale­s. Los artículos exponen posturas personales.
La opinión del diario se expresa solo en los editoriale­s. Los artículos exponen posturas personales.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain