BARCELONEANDO De Los Ángeles a la Puigvert
Dicen que el doctor Alberto Breda, especialista de trasplante renal, en el quirófano es como Messi. «Siempre toma la decisión acertada», cuenta uno de sus colaboradores.
El doctor Alberto Breda nació y estudió medicina en Padua pero muy pronto se trasladó a Los Ángeles gracias a una beca de investigación en la Universidad de California. Fue allí donde aprendió las técnicas de trasplante renal y participó en el primer programa del mundo de donación renal en cadena. En 2006, recibió una llamada desde Barcelona para ofrecerle el puesto de jefe del equipo quirúrgico de trasplante renal en la Fundación Puigvert. El prestigioso doctor Humberto Villavicencio, pionero en la cirugía robótica, vio en Breda un especialista con una progresión imparable y quiso ficharlo. No fue fácil, pero tres años después Breda aceptó el cargo.
Ahora Breda es el jefe de la Unidad de Urología Oncológica y de Trasplante Renal, tiene un reconocimiento internacional como pocos y destaca por ser pionero en técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas y robóticas, tanto en riñón como en próstata. Y no solo eso. Desde hace 10 años, tiene convenios con los principales hospitales italianos para que sus urólogos vengan aquí a aprender su método. Desde entonces, ha formado a 35 doctores y su curso no tardará en ser visto como el
Master Breda más reconocido del mundo. De momento, la lista de espera para inscribirse está entre cinco y siete años. Sin duda, la apuesta de Breda por la Puigvert ha ayudado a mantener ese prestigio y reconocimiento internacional que siempre ha avalado a la Fundación.
Muchos ‘craks’
Pasearse con Breda por el hospital es un espectáculo. No hay quien no lo salude. Ya sea en italiano, castellano o catalán. Dicen que en el quirófano es como Messi. «Siempre toma la decisión acertada», cuenta uno de sus colaboradores que me explica que este último año ha realizado 16 trasplantes y
141 cirugías oncológicas. Breda apostó por Barcelona y ha rechazado ofertas importantes, pero ya está instalado definitivamente aquí. Con Breda tomamos un café en el patio inglés de la Puigvert y no hago más que corroborar que hay muchos cracks que todavía apuestan por nuestra ciudad. Deberíamos cuidarla más…
El Macba aspira a mucho más
«Queremos ser el centro cultural más relevante de Europa». Así de contundente se mostró la presidenta del patronato del Macba, Ainhoa Grandes, el martes pasado ante algunos patronos y colaboradores de la fundación. Y la clave es la ampliación del museo, que tendrá un coste de 11,5 millones. Grandes estaba muy ilusionada porque es el primer gran edificio cultural que se realizará en la ciudad tras el confinamiento y porque el barrio del Raval también saldrá ganando. En el acto estuvieron presentes los arquitectos de los despachos H Arquitectes y Christ & Gantenbein, ganadores del proyecto. La obra deberá estar terminada a finales de 2023, ya que recibe parte de fondos europeos. Hasta entonces la multitud de skaters que han convertido la zona en altamente ruidosa y peligrosa tendrán que ir reubicándose…
Para olvidar las penas
La empresaria Susana Gallardo y esposa del político Manuel Valls sufrió el martes pasado un robo con violencia a pocos metros del Turó Park. Le robaron un reloj de pulsera Rolex. Estaba sola, pero su marido solo tardó unos minutos en aparecer. Una vez superado el disgusto y con los nervios más atenuados decidieron ahogar las penas comiendo en el recién reinaugurado restaurante Tejada Mar del chef Romain Fornell. Ubicado en los bajos del hotel Vela, tocando la arena de la playa. Fornell es uno de esos cocineros llegados de Francia, pero que también ha apostado por Barcelona. Romain, que ya parece más catalán que francés, parece que ha entendido más la ciudad que el propio Manuel Valls, que ya ha vuelto a trasladar su domicilio a París. Respecto al nuevo Tejada Mar es ahora un local totalmente remodelado y apunta a ser uno de los lugares de moda de este verano. Terraza fantástica, vistas al mar y la buena cocina que siempre garantiza Fornell.
Pues nada, que Susana y Manuel comieron tranquilamente en el Tejada Mar mientras olvidaban el lamentable atraco sufrido y que le dejó unos buenos rasguños en el brazo. Al salir, se despidieron del chef y luego, ya en el exterior, se besaron. Eso sí, él se fue por la derecha y ella por la izquierda.
nSusana Gallardo y Manuel Valls comieron en el Tejada Mar mientras olvidaban el lamentable atraco sufrido